Enlaces accesibilidad

La Audiencia condena a nueve años al etarra Kepa Preciado por almacenar armas y explosivos

  • La Fiscalía pedía para él 20 años, también por pertenencia a ETA
  • El juez ha rebajado la pena porque ya fue condenado en Francia por este delito

Por

La Audiencia Nacional ha condenado a nueve años de cárcel al etarra Jon Kepa Preciado, integrante del comando Vizcaya desde 2002, por almacenar armas y explosivos en un piso de Amorebieta y una lonja de Galdakao (Vizcaya).

Aunque el fiscal pedía para él 20 años de cárcel, la sección tercera de la Sala de lo Penal, presidida por Alfonso Guevara, ha comprobado que Preciado ya fue condenado en Francia por el delito de pertenencia a banda armada por el que la Fiscalía reclamaba para él 10 años de cárcel, por lo que solo cabe condenarle por el delito de depósito de armas y explosivos con finalidad terrorista.

En su sentencia, la Sala destaca que en el juicio ha quedado acreditada, "en base a la numerosa, concurrente y clara prueba de cargo", la pertenencia a ETA de Preciado "desde al menos 2002" y su "participación en la constitución del depósito de explosivos" en la lonja de Galdakao y en el piso de la calle de Txiqui Otaegi, en Amorebieta.

Así, según el relato de hechos probados, Preciado, entregado a España en agosto pasado tras ser detenido en Francia en 2004, regresó a España en mayo de 2003 para reforzar el comando Olaia de ETA, el "más activo" en Vizcaya tras la ruptura del alto el fuego de ETA en diciembre de 1999.

Para ello creó el grupo denominado Jata de apoyo a este comando y posteriormente integró el comando Anuk, desde donde "captaba jóvenes para que le apoyasen y que, a su vez, se integraban en el llamado talde Azkoiti.

Vuelve a España en 2003 como miembro del comando Vizcaya

"Como miembro activo del comando Vizcaya de ETA, cuando vuelve a España el 10 de mayo de 2003, pasa a ocupar el 'piso franco' que dicha organización tenía en Amorebieta" y además, añade la sentencia, "recibe las llaves del garaje" de la lonja de Galdakao.

Ayudado por su compañero de comando -Eneko Aguirresarobe- y por Gorka Martínez Azkarazo, arrendatario del piso de Amorebieta y que ya ha sido condenado por estos hechos, depositaron en ambos lugares las armas y explosivos "con la finalidad de emplearlos en posteriores atentados".

A raíz de la desarticulación del comando Anuk en septiembre de 2003, lo que precipitó la huida de Preciado, se procedió al registro de su "piso franco" en el que fueron hallados diversos efectos para la fabricación de bombas-lapa y otros artefactos.

En la lonja fueron intervenidos 391 cartuchos de Tytadine, 77 kilos de cloratita y 8 granadas MECAR 83 anticarro.

También tenían dos escopetas recortadas, tres pistolas del calibre 9 milímetros, un revólver Astra, un fusil de asalto, otro automático, un subfusil MAT y una troqueladora y placas de matrícula, entre otros efectos destinados a atentados