Los rebeldes libios piden una intervención internacional inmediata para frenar a Gadafi
- Exigen la zona de exclusión aérea y un embargo por mar
- Continúan los combates a las afueras de Ras Lanuf
- Reabre la central petrolífera de Zauiya
El mando rebelde se impacienta ante la posibilidad de una intervención internacional y advierte que el retraso puede dar tiempo a Gadafi para controlar el país.
"Pedimos a la comunidad internacional que asuma sus responsabilidades", ha declarado Mustafa Abdel Jalil, jefe del Consejo Nacional Libio, a la BBC.
"Los libios están siendo barridos por la aviación de Gadafi. Desde el primer día pedimos el establecimiento de una zona de exclusión aérea, y también queremos un embargo por mar", ha añadido.
Unas 15.000 personas se han reunido para el rezo en Bengasi, la capital rebelde. "Ayudadnos a ser un país democrático", se podía leer en una pancarta.
Las tropas de Gadafi avanzan hacia el este
Tropas leales al coronel Muamar el Gadafi han intensificado su contraofensiva este viernes para avanzar hacia el este desde Ras Lanuf, aunque aún hay combates en la ciudad.
Las tropas gubernamentales, con tanques y apoyo aéreo, han entrado en la ciudad petrolífera pero los rebeldes, que tras su huida situaron sus posiciones a unos 20 kilómetros al este, han continuado lanzando ataques contra la zona residencial.
"La guerra es siempre avanzar y retroceder. Con la ayuda de Dios, vamos a avanzar de nuevo", ha dicho a Reuters uno de los rebeldes.
Un larga columna de humo se elevaba sobre los tanques de combustible, alcanzados tras una serie de ataques aéreos en los últimos días.
En Zauiya, algunos combatientes de la oposición resistían aisladamente mientras los habitantes describen escenas de destrucción, con mujeres y niños entre las víctimas de los bombardeos. La central petrolífera de la ciudad ha vuelto a funcionar este viernes.
El último bastión rebelde en el oeste de Libia, Misrata, estaba en calma, aunque los opositores afirman que esperan un ataque próximamente.
Mientras tanto, en Trípoli las fuerzas de seguridad han usado gas lacrimógeno y han disparado al aire para dispersar una protesta cerca de una mezquita, según testigos.