Testimonios de españoles en Japón: "Creí que era el final, creí que la palmábamos todos en Tokio"
- Sin informacion sobre cuatro españoles que se encontraban en la zona más afectada
- El bloguero español Héctor García narra en Twitter cómo se está viviendo en Tokio
- Jose Manuel Segura: "Todo se movía, de un lado a otro y de arriba a abajo"
Tres españoles se encontraban en la zona de Japón directamente golpeada por el terremoto, la región de Miyagui, el noroeste del país, segúnla embajada española en el país. Los servicios consulares continúan intentando contactar con ellos.
La violencia del seismo, que ha causado al menos 60 muertos, ha sorprendido incluso a los japoneses, acostumbrados a los temblores y aleccionados por sus autoridades sobre qué deben hacer. Así lo narran algunos de los españoles que viven en el país y que describen su experiencia.
En su Twitter @Kirai, Héctor García, un bloguero español que vive en Japón, se sincera: "Por primera vez pensé que era el final, pensé que la palmábamos todos en Tokio". García seguía afectado después del temblor, "como cuando te mareas en un barco", y cuenta que falta comida en los supermercados y la cobertura telefónica no es fiable.
Jose Manuel Segura, un joven madrileño que vive en Tokio y que también cuenta sus experiencias en Twitter, ha explicado en declaraciones a RTVE.es que se encuentra "muy nervioso porque sigue habiendo réplicas e impresionado por lo que estoy viendo en televisión".
Segura trabaja en la décima planta de un edificio de veinte en el centro de la ciudad. "Cuando empezó a moverse todo - declara - pensamos que era un terremoto pequeño, como el de la semana pasada. Pero pasados los primeros diez segundos todo comenzó a temblar mucho, no sólo de un lado a otro sino también de arriba a abajo".
"No me pude poner de pie, me quedé agarrado a la pata de la mesa hasta que paró. Empezamos a bajar las escaleras, diez plantas agarrados a la barandilla, cuando vino la primera réplica, también muy fuerte", añade.
Una vez en la calle, los edificios seguían temblando. Sin transporte, Segura ha tenido que recorrer diez kilómetros a pie hasta su casa. "Todavía hay réplicas, y ahora ya no sé si se mueve el edificio o soy yo", dice, mientras intenta mantener el contacto con su familia y amigos a través de las redes sociales.
"Pensaba que me estaba mareando"
Por su parte, el jesuita español Manuel Silgo cuenta a Servimedia que la primera sacudida le sorprendió "ante el ordenador, enfrente de una estantería llena de libros, que el seísmo dejó vacia. Se cayeron todos, los cristales vibraban, el suelo, el techo... Salí a la calle y seguía temblando todo. Me pareció que durante mucho tiempo".
Sandra Bravo Durán, una estudiante de Económicas y japonés a la que el seismo le ha sorprendido en su residencia, ha pensado en un primer momento que se había mareado.
"Estaba en la habitación de mi residencia y cuando ha comenzado a temblar todo he pensado que se me estaba yendo a mí la cabeza o me estaba mareando. Entonces, me he sentado. Pero al ver que empezaba a moverse todo y que se me han caído las cosas de las estanterías, me he dado cuenta de lo que realmente estaba pasando", explica Bravo en declaraciones a RTVE.es dede Tokio.
Esta salmantina, cuya residencia no ha tenido que ser desalojada al encontrarse en una zona alta de la capital y muy lejana del mar, explica que sus amigos japoneses, muy acostumbrados a temblores, están muy impresionados por lo que han vivido.
"Suele vibrar todo de vez en cuando, unos pocos segundos y levemente. Pero esta vez ha sido todo tan fuerte que están muy impresionados", asegura.
"Aún tengo el vaivén en el cuerpo, porque de vez en cuando sigue habiendo réplicas. Ahora mismo, el mayor problema es el caos que se vive en el centro, porque mucha gente no puede volver a sus casas", añade.
En el programa de RNE En días como hoy, Kasoko, dueña de una librería en la capital, narraba en directo una réplica del seísmo.
1.600 españoles en Japón
Hasta el momento no se ha informado de víctimas entre los 1.600 españoles que residen en el país, según Patricia Souza, delegada de la Agencia Efe.
"El temblor ha sido muy largo, dos minutos que nos han parecido eternos - ha contado Souza en declaraciones al Canal 24H de TVE - y nos hemos metido bajo las mesas hasta que ha parado".
"Las aerolíneas han cancelado todos sus vuelos desde el aeropuerto de Narita, en Tokio, no funciona el tren de cercanías ni el metro, mucha gente va a quedarse en el centro, en sus oficinas", ha añadido.