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Obama endurece el tono contra Gadafi y pide al mundo evitar "una masacre como la de Ruanda"

  • Se muestra preocupado por la capacidad para aguantar del líder libio
  • Decide nombrar un representante para dialogar con la oposición libia
  • Evita hablar de intervención militar y zona de exclusión aérea

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"El mundo tiene la obligación de evitar que se repita una masacre como la Bosnia y Ruanda en los 90". Con estas palabras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se ha movido un paso más hacia la intervención militar en Libia, aunque ha evitado referirse de nuevo a una zona de exclusión aérea.

En una rueda de prensa para tratar sobre los precios del petróleo, Obama ha asegurado que la comunidad internacional cuenta con un "sistema de alerta" por si "empezamos a ver civiles indefensos masacrados", aunque se ha mostrado "preocupado" por la capacidad de aguantar del líder libio.

En este sentido, ha indicado que su Gobierno ha decidido nombrar un representante para conversar con la oposición libia.

"A Estados Unidos le conviene, y al pueblo libio le conviene, que Gadafi se vaya... Vamos a adoptar una amplia gama de medidas para que ello ocurra", ha insistido.

Cauto ante la intervención militar

Sin embargo, se ha mostrado cauto a la hora de abordar la posibilidad de una intervención militar, pues, según ha recordado, cuando envía tropas debe "sopesar los riesgos que ello acarrea y las consecuencias que pueda tener".

Además, ha matizado, es importante mantener un frente unido con el resto de los aliados internacionales a la hora de responder. Este viernes la Unión Europea ha acordado también reconocer a los rebeldes y mantener abiertas todas las opciones, pero sin hablar de exclusión aérea o de bombardeos selectivos, tal y como habían propuesto Francia y Reino Unido.

Obama, que ha conversado con varios líderes de países en las últimas semanas sobre la situación en Libia, ha recordado que la semana próxima la OTAN celebrará una reunión en la que, entre otras cosas, se abordará la posibilidad de imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia.

Las medidas adoptadas hasta ahora, entre ellas un embargo de armas y la congelación de bienes, ya tienen un efecto, ha considerdo.

"Por todas partes estamos estrechando cada vez más el cerco a Gadafi. Está cada vez más aislado internacionalmente", aseguró el presidente estadounidense, que cree que están "apretando la soga alrededor del cuello de Gadafi".

Clinton pide la zona de exclusión

Sin embargo, la respuesta de Obama a la crisis libia ha sido criticada a derecha e izquierda sobre todo despuñes de que el expresidente de EE.UU., Bill Clinton, se mostrase favorable a la zona de exclusión aérea para permitir un combate justo entre los insurgentes y Gadafi.

"No lo haría si ellos no lo hubiesen pedido pero los líderes insurgentes están en televisión rogando por ello. Creo que deberíamos hacerlo", ha declarado Clinton en una conferencia en Nueva York este jueves.

"El propio Gadafi ha internacionalizado el conflicto al contratar a gente de otros países que no les importa un comino los libios", ha subrayado en referencia a los mercenarios que habría contratado el régimen para luchar contra los insurgentes.

Reserva estratégica

Por otro lado, el presidente de Estados Unidos ha expresado su disposición a usar la reserva estratégica de petróleo de su país si la situación respecto al suministro de crudo se torna necesaria.

Obama ha indicado que esa subida se ha debido entre otras razones, a la crisis en Libia, que ha restringido el suministro de crudo en el mundo.

Sin embargo, ha añadido que "la buena noticia es que otros países pueden cubrir esa diferencia", en referencia a la menor exportación de crudo de Libia, uno de los principales exportadores, por el conflicto armado que allí se vive.

El presidente estadounidense no ha querido revelar cuál sería el nivel al que consideraría necesario recurrir de la reserva estratégica, aunque ha dejado claro que no es algo que vaya a ocurrir a corto plazo.

Los precios del petróleo han crecido un 24% en el último mes debido a la incertidumbre sobre la situación política en Oriente Medio y la crisis en Libia, un productor de petróleo cuyo crudo se encuentra entre los más preciados.