La UE busca la aprobación del "pacto por el euro" para impulsar la competividad
- El debate sobre el plan de medidas contra la crisis de deuda sigue pendiente
- La ampliación del fondo de rescate es el principal escollo en las negociaciones
Los líderes de la Eurozona se reúnen este viernes en una cumbre extraordinaria para abordar el plan de medidas contra la crisis económica, después de que Alemania expresara la necesidad de mejorar la competividad entre los países de la zona euro, mediante la aprobación de un plan de medidas, que los expertos han rebautizado como "pacto por el euro".
A pesar de la importancia del debate en un momento de incertidumbre económica, el plan de medidas económicas va a quedar previsiblemente en un segundo plano en este Consejo, debido a que los27 esperaban abordar la situación en Libia y el terremoto de gran intensidad que este viernes se ha producido en Japón.
Precisamente, antes de la celebración de la cumbre extraordinaria, el gobierno luso ha anunciado la aplicación de nuevas medidas para rebajar el déficit de su economía en un 3,7% hasta 2013.
Costes salariales
Expertos de los estados miembros han preparado un texto inicial sobre el que podrán trabajar las economías nacionales. En el documento se especifican una serie de competencias que los países pueden utilizar para mejorar sus economías, aunque no de forma obligatoria, como la vigilancia sobre la evolución de los costes salariales.
El documento acordado por los países de la eurozona, también incluye la necesidad de alinear la edad de jubilación con la esperanza de vida, reducir las jubilaciones anticipadas e incentivar el empleo para los trabajadores de más edad.
Ninguna de estas medidas es de obligado cumplimiento, sino que cada economía deberá presentar las que considera necesarias, y su aplicación será revisada en un plazo de doce meses.
Diferencias sobre el fondo de rescate
El "pacto por el euro" es parte de un pacto global que aborda la posible ampliación del denominado Fondo de Rescate, que en la actualidad está dotado con una capacidad de 750.000 millones de euros.
Este es el principal escollo en las negociaciones de los líderes de la eurozona, ya que Alemania mantiene su discrepancia con el argumento de que la cuantía es suficiente, después de que se haya aliviado la presión sobre los mercados de deuda soberaba de los países periféricos como España, Grecia y Portugal.