Los daños en las centrales nucleares mantienen a Japón en máxima alerta
- En Fukushima hay riesgos de una nueva explosión
- La central de Tokai sufre problemas en su sistema de refrigeración
- En la de Onagawa se ha detectado un elevado nivel de radiactividad
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Japón sigue en alerta ante los daños que el terremoto del pasado viernes habría causado a algunas de sus centrales nucleares.
Tras la explosión ocurrida el sábado en un reactor de la planta de Fukushima, este domingo otras dos centrales han registrado incidentes graves: la planta nuclear de Tokai, que ha sufrido problemas en sus sistema de refrigeración, y la de Onagawa, donde se ha detectado un elevado nivel de radiactividad.
El mayor peligro sigue siendo Fukushima, en el noroeste del país, donde hay riesgo de una nueva explosión en el reactor número 3 de la instalación.
Según el portavoz del Gobierno, Yukio Edano, el reactor número 3 de la planta sufre problemas en su sistema de refrigeración y, aunque parte de su núcleo podría "deformarse", asegura que eso no equivale a una "fusión".
Edano cree posible que se produzca una explosión en el recipiente de contención del reactor debido a una acumulación de hidrógeno, como ocurrió el sábado en el reactor 1, pero ha insistido que lo previsible es que no cause daños graves. En la explosión del sábado hubo un muerto y tres heridos.
En rueda de prensa posterior, el propio Edano ha indicado que se están procediendo a inundar las instalaciones con agua de mar para enfriar el reactor, pero que las válvulas de medición no funcionan correctamente e impiden comprobar el nivel que ha alcanzado el agua
Afectados por radioactividad
Cerca de 200.000 personas han sido evacuadas en un radio de 20 kilómetros alrededor de la central. En el momento en que se produjo la fuga radiactiva, 190 personas se encontraban en el área, y en 22 de ellas se ha detectado contaminación.
Los límites de radioactividad se han superado, según han reconocido las autoridades. Las mediciones han recogido 882 microsievert a la hora, por encima del límite recomendado de 500.
El primer ministro, Naoto Kan, ha pedido ayuda al presidente de la empresa Toshiba para controlar la situación en la central.
El grupo tecnológico Toshiba es el fabricante de los reactores de agua a presión (PWR, siglas en inglés) que funcionan en la central de Fukushima (noreste de Japón) y sufren importantes problemas en sus sistemas de refrigeración a causa del seísmo.
Alertas en Tokai y Onagawa
Mientras, en Tokai, situada a 120 kilómetros al noreste de Tokio, uno de los dos sistemas de refrigeración de la planta número 2 se ha paralizado este domingo, aunque el otro funciona con normalidad, según fuentes de las autoridades de Ibaraki citadas por la agencia Kiodo, por lo que no se prevén problemas para el reactor nuclear.
La operadora de Tokai, Japan Atomic Power, considera posible evitar el sobrecalentamiento del reactor mediante ese segundo sistema de refrigeración.
En otra planta atómica, en Onagawa, las autoridades japonesas han declarado el estado de emergencia nuclear debido al elevado nivel de radiactividad, ha comunicado este domingo el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Japón informó al OIEA de que la operadora de la central nuclear de Onagawa, Tohoku Electric Power Company, ha fijado el nivel de alerta en uno, el más bajo de la escala, tras el devastador terremoto del pasado viernes en Japón.
Las autoridades niponas dijeron al organismo de la ONU que "los tres reactores en la planta nuclear de Onagawa están bajo control". Según el OIEA, la declaración de alerta se debió a "la lectura de los niveles de radiactividad permitida en los alrededores de planta. Las autoridades japonesas están investigando la fuente de la radiación".
La central atómica de Onagawa está ubicada en la prefectura de Miyagi, unos 450 kilómetros al norte de Tokio.
Once de las 51 centrales nuclearesde Japón se han paralizado de manera automática, lo que puede provocar cortes de suministro eléctrico en el país.
Las autoridades han pedido a las grandes empresas que limiten su uso de electricidad para evitar cortes importantes en el suministro.
Muchos de los grandes fabricantes nipones con plantas en las zonas afectadas, como Nissan, Honda o Toyota, han suspendido su producción en Japón. También Mitsubishi Motors e Hino Motors han anunciado la paralización temporal de sus plantas.