Las fuerzas de Gadafi se hacen con el bastión de Zuara y acorralan a los rebeldes

• Zuara es la última población importante antes de la frontera con Túnez
• La superioridad aérea de las tropas de Gadafi ha doblegado a los rebeldes
• Los soldados desertores que dejen las armas serán "perdonados"

Los rebeldes intentan defender Adjabiya

Las fuerzas del Gaddafi coronel Muamar al Gadafi han logrado hacerse con una pieza fundamental en la lucha. el bastión de Zuara, algo que supone un duro golpe para los rebeldes que cada vez parecen estar más acorralados.

Esta ciudad es importante ya que es la última población antes de la frontera con Túnez. Por ello, desde primera hora de este lunes ha sido sometida a los disparos de la artillería, empezando a dejar en evidencia que era una zona en la que las fuerzas gadafistas iban a lograr sofocar con extremada dureza los focos de revuelta.

Intensa ofensiva

Además, la aviación libia leal al régimen continúa su ofensiva, que ha doblegado la resistencia rebelde en toda la línea de costa, y bombardea la ciudad de Ejdabiya, última ciudad antes de la capital rebelde de Bengasi, y además principal nudo de comunicaciones del este del país.

Según informa la cadena catarí Al Yazira, los bombardeos se han concentrado este lunes en esta ciudad a la que el domingo se replegaron los defensores de Brega, a unos 70 kilómetros al oeste. Al menos cuatro obuses han caído a pocos kilómetros de la ciudad,  según informan los testigos.

Los revolucionarios han visto como la superioridad aérea, con el despliegue artillero y el apoyo marítimo, en el avance de las tropas gadafistas ha logrado doblegar la resistencia miliciana. Sin embargo, cada vez más soldados se han unido a la insurgencia y por ello, el Ejército de Libia ha anunciado que los militares desertores serán "perdonados" si dejan las armas, según informa la televisión pública.

Enclave vital para la suerte de la guerra

Poco a poco, con aparente escasez de brigadistas sobre el terreno,  los gadafistas han logrado recuperar los enclaves petroleros de Ras Lanuf y Brega (centro-oeste), donde los portavoces rebeldes insisten desde Bengasi que mantienen combates, según un corresponsal en este ciudad del canal catarí.

No obstante, el mando militar rebelde ha movilizado al menos una parte de sus escasas piezas de artillería y de carros de combate para preparar la defensa de Ejdabiya con trincheras y obstáculos improvisados para detener a los gadafistas, que si logran afianzar la posición dominarían o tendrían acceso directo a las vías que comunican con la capital rebelde y la frontera con Egipto.

Todos son conscientes de que este enclave viario es esencial para determinar la suerte de los rebeldes y su rebelión popular, iniciada el 16 de febrero con una protesta en Bengasi, que desató al día siguiente los enfrentamientos en el resto del país y la violenta represión gadafista que desembocó en la rebelión popular.

También Misrata, aislada del territorio en manos rebeldes entre Trípoli y Sirte, ha sido objeto de bombardeos de las brigadas gadafistas durante todo el día y también de madrugada, cuando se escucharon potentes detonaciones en el centro de la población, incluso en las zonas residenciales más alejadas del corazón de la ciudad.

Según ha informado este lunes un vecino de Misrata a la agencia Efe, el bombardeo fue indiscriminado, aunque las víctimas del ataque solo sufrieron pequeños cortes como consecuencia de las explosiones en cristales y muros de las casas.

Occidente promete ayuda a los rebeldes

La superioridad armamentística de las tropas de Gadafi está haciendo cada vez más insostenible la situación de los rebeldes, que cada día se ven obligados a replegar sus fuerzas.

Estados Unidos, Reino Unido y Francia han prometido a los opositores libios que establecerán una zona de "exclusión aérea", lo que les ayudará a sus contrataques contra las fuerzas gubernamentales, según ha indicado la televisión catarí Al Yazira.

De este modo, los dos países europeos aumentan su presión sobre este apescto que ya habían reclamado la semana pasada, con el fin de evitar que las fuerzas leales a Gadafi continúen atacando con aviones y helicópteros a la población civil y las tropas rebeldes que aspiran a derrocar su régimen.

También los 22 países de la Liga Árabe pidieron el pasado sábado a Naciones Unidas que autorice el control del espacio aéreo libio por parte de una coalición internacional, aunque ahora se está pendiente de si China y Rusia, potencias con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, estén dispuestas también a aceptarlo.