Cuatro grandes bancos, sospechosos de manipular datos para ocultar sus debilidades
- Citi, Bank of America, UBS y Barclays, investigados en EEUU, R. Unido y Japón
- Supuestamente, dijeron que pagaban menos interés por financiarse
- Sus datos distorsionaron el Libor, referencia de muchos productos financieros
Cuatro de los bancos más importantes del mundo –Bank of America, Citigroup, Barclays y UBS- están bajo sospecha por, presuntamente, haber manipulado el índice que sirve de referencia para los préstamos en el mercado interbancario, el Libor, entre 2006 y 2008.
Las cuatro entidades han recibido ya citaciones de las máximas autoridades de supervisión financiera de EE.UU., Reino Unido y Japón -así como el Departamento de Justicia del Gobierno de Washington-, que investigan el supuesto fraude desde hace casi un año.
El miedo a quedar marcado
Todo habría comenzado cuando se gestaba la actual crisis financiera. Entonces, los bancos empezaban a desconfiar unos de otros, porque no sabían cuáles eran los más contaminados por los productos financieros de mala calidad que se habían extendido por el sistema en la época de bonanza.
Una de las vías por la que analistas e inversores miden esa debilidad es el tipo de interés al que cada entidad puede pedir prestado dinero en el mercado interbancario, es decir, en el mercado mayorista donde los bancos se prestan unos a otros.
Cuando un banco despierta inquietud por la calidad de sus activos o el riesgo que ha asumido en sus operaciones, el resto de entidades le exigirá un mayor interés para concederle un préstamo o, en caso extremo, no le prestará el dinero. Ocurre igual que cuando un particular solicita un crédito a un banco.
Por eso, entre 2007 y 2008, los más débiles habrían tratado de disimular esa debilidad informando de que podían obtener financiación en el mercado mayorista a una tasa más baja de la que pagaban en realidad. Así, pretendían evitar que, por miedo al contagio, sus colegas les cerrasen el grifo del crédito.
Libor, referente de productos financieros que valen 350.000 millones de dólares
El problema fue que algunos de los bancos que podrían haber incurrido en esa desinformación forman parte del grupo de 20 entidades que colaboran con la Asociación Británica de Banqueros (BBA, por sus siglas en inglés) en la elaboración diaria del Libor, con lo que también se habría distorsionado ese índice.
Aparte de servir de referencia para los préstamos entre bancos, el Libor también se utiliza como tasa referente en gran variedad de productos financieros valorados en 350.000 millones de dólares (más de 249.600 millones de euros), desde los contratos de futuros de tasas de interés a corto plazo hasta los créditos sindicados y las hipotecas de tasa variable.
Cada día, los 20 bancos más importantes de La City londinense envían a la BBA lo que creen que deberán pagar “en un mercado razonable” como interés de los préstamos que soliciten esa jornada tanto a corto plazo (que venzan en el mismo día) como los de vencimiento a 12 meses.
De esos datos, la asociación elimina los cinco más altos y los cinco más bajos y, con el resto, realiza una media que se convertirá en el Libor (London InterBank Offered Rate) de ese día, formado por las tasas correspondientes a 10 divisas diferentes.
Diferencias en los tipos de interés de hasta 50 puntos
Al comienzo de la crisis financiera, la diferencia entre las estimaciones presentadas por unos bancos y otros –que hasta agosto de 2007 oscilaba en torno a un punto básico- se amplió hasta superar los 50 puntos. Esto aumentó la presión sobre los bancos más débiles que habían revelado las tasas más altas y que comenzaron a notar escasez de crédito.
A partir de entonces, los analistas empezaron a quejarse de que las estimaciones y los índices estaban distorsionados porque creían que los bancos más frágiles modificaban sus estimaciones y, así, no admitir que pagaban elevadas tasas de interés para financiarse porque el mercado no se fiaba de su solvencia.
En mayo de 2008, como eco de esas quejas, el diario económico estadounidense The Wall Street Journal publicó un estudio en el que revelaba que se habían subestimado los costes de los préstamos.
Como ejemplo, ese informe explicaba que un banco había declarado a la BBA que podía solicitar financiación a otros bancos a un coste un 0,87% menor que la tasa calculada en el seguro contra la suspensión de pagos contratado por esa misma entidad.
Los críticos con el Libor -que comenzó a elaborarse en enero de 1986 con una decena de bancos- le acusan de tener sólo en cuenta a las entidades financieras presentes en La City y de depender demasiado de la palabra de los propios banqueros.
Ahora, puede recibir la puntilla por la investigación de la Comisión del Mercado de Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés), la Autoridad de Servicios Financieros británica y la Agencia de Supervisión Financiera de Japón.
El marco de las pesquisas se ha ido cerrando: al principio se solicitó información a los 16 bancos que formaban el panel del Libor en el momento que estalló la crisis; después se investigó a las 20 entidades que colaboran en la actualidad, pero finalmente, este mes de marzo, el envío de citaciones se ha limitado a cuatro instituciones (Bank of America, UBS, Citigroup y Barclays) mientras se amplía la petición de información al West LB.
Sin embargo, fuentes financieras destacan que esta investigación no tiene por qué conducir a la presentación de cargos criminales contra los bancos implicados, de los cuales solo uno –el UBS- ha reconocido estar siendo investigado.