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Los españoles de Japón: "He vuelto por mi familia, pero espero regresar pronto"

  • El avión fletado por el Gobierno español ha evacuado a 79 nacionales
  • A bordo también viajaban personas de otros países
  • Casi todos han vuelto por la presión familiar desde España

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Ninguno de los 154 pasajeros, 80 de ellos españoles, procedentes de Tokio ha presentado radioactividad

Cansados, pero contentos por haber podido regresar a España. Así es como se mostraban los españoles que han vuelto de Japón en el avión fletado por el Gobierno español. A las 14.30 horas aterrizaba en la Base Aérea de Torrejón (Madrid) tras más de 20 horas de vuelo desde que salieron el domingo del aeropuerto de Narita en Tokio.

A bordo viajaban 154 personas, de las que 79 eran de nacionalidad española, otras 35 eran familiares directos japoneses de estos, 31 eran ciudadanos comunitarios y ocho, brasileños. También viajaban muchos niños y muchos bebés. En concreto, 36 eran menores de edad.

En la Base de Torrejón, les esperaba un dispositivo de 20 personas del Consejo de Seguridad Nuclear y del Departamento de Sanidad Exterior para realizar un examen a los pasajeros que voluntariamente han querido someterse a un control radiológico, tras el accidente de la central nuclear de Fukushima.

"Previamente, en el avión, han rellenado un cuestionario sobre su procedencia y sobre si han tenido algún síntoma. Luego al aterrizar, primero se les ha medido la radiactividad en la ropa y luego en las maletas", ha explicado el director general de Sanidad, José Martínez Olmos.

Sin sintomas de radioactividad

De los 154 pasajeros,  119 han decidido pasar el control. "En todas ellas no hay incidicios de contaminación radiactiva, así como tampoco los hay en el equipaje ni en el avión", ha confirmado la directora general de Salud Pública y Sanidad Exterior, Carmen Amela.

Aunque 34 de los pasajeros no han querido someterse a las pruebas, ya que eran de carácter voluntario, según determina la Organización Mundial de la Salud, los cuestionarios realizados durante el vuelo a todos los pasajeros han confirmado que no existen "ni síntomas ni proximidad geográfica" a la central de Fukushima. "Ninguno de los viajeros vivía a menos de cien kilómetros", ha indicado Amela.

El Gobierno español ha intentado con esta operación facilitar la salida de sus ciudadanos que desean abandonar Japón por temor a la crisis nuclear en la central de Fukushima Daiichi, a unos 250 kilómetros al norte de Tokio.

"He vuelto por la familia"

La mayoría ha vuelto a España más por la presión familiar que por miedo real por lo que estaba ocurriendo allí. "Vuelvo para calmar a mi familia de aquí. También un poco por miedo por mis hijos", explicaba Beatriz Alonso, asturiana que lleva más de once años en Japón y que ha regresado con sus hijos de nueve y cinco años.

"La información que se da fuera es la que nos ha hecho volver. Allí más que miedo es incertidumbre lo que hay. Surgió la oportunidad y había que aprovecharla. He viajado por mi familia", relataba Manuel García, un almeriense que llevaba tan solo cinco meses en la capital japonesa. Para Paco Valdés, un madrileño que vive en Tokio, "en Japón la situación  no está tan mal como aquí se muestra, pero es lo que vende fuera".

"Todo está un poco parado allí, aunque los japoneses están muy tranquilos y aparentemente no ha cambiado nada. Miedo solo pasamos el día del terremoto que me pilló dando clases y parecía que todo se iba a caer. Ahora solo espero poder volver pronto con mis hijos", asegura Pilar Espinosa, madrileña que reside en Japón desde hace 13 años.

A la espera de regresar pronto

Todos han vuelto con una sola idea: volver cuanto antes, unos porque han dejado familia y casa allí, otros por trabajo o simplemente para ayudar. Paco Valdés es uno de los que más pronto volverá: "Por  precaución, mi empresa cerró, pero volverá a abrir el 29 de marzo, por  lo que el 28 me vuelvo con mi hijo porque tengo que trabajar".

"En cuanto pueda, quiero volver para poder ayudar", contaba Isaac Vigil, un joven catalán. "Allí se ha quedado mi marido que es japonés y está mi casa, así que volveré cuando las cosas se calmen", explicaba Beatriz Alonso.

En lo que también ha coincidido todos es en el buen hacer de la Embajada española en Tokio. El trato de la Embajada ha sido perfecto", señalaba Pilar Espinosa.

La colonia española, contactada

El embajador de España en Tokio, Miguel Ángel Navarro, ha explicado que la legación contactó con toda la colonia en Japón,  cerca de 2.000 personas, para comunicar, por teléfono y correo electrónico, la posibilidad de abandonar el país en caso de que así lo deseasen.

El diplomático incidió en que se trata de un vuelo voluntario que no suponía una repatriación o una evacuación y destacó que la embajada de España en Tokio sigue abierta y funcionando con normalidad.

"Les comunicamos que existía esta facilidad para poder salir de Japón porque era difícil hacerlo en vuelos comerciales, ya que estaban las plazas agotadas hasta el día 24", dijo.

Navarro resaltó además la respuesta japonesa ante el terremoto de 9 grados, que causó un tsunami todavía más devastador y una crisis nuclear en Fukushima que mantiene en alerta al mundo.

"Estoy impresionado con la reacción de la sociedad japonesa, de una gran entereza y sin pánico alguno, que ha transmitido una sensación de calma", declaró el embajador español.

En Japón están registrados 1.800 españoles como residentes, si bien el vuelo de esta noche admitía también a transeúntes.

El Gobierno español recomendó el jueves a sus ciudadanos que no se acerquen a menos de 120 kilómetros de la central nuclear de Fukushima Daiichi, en la costa este nipona, aunque no considera que la radiación sea perjudicial para la salud de los residentes en Tokio.

Japón ha fijado un perímetro de evacuación de 20 kilómetros alrededor de la central de Fukushima y ha pedido a los residentes a menos de 30 kilómetros de la planta que no salgan de sus casas.