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El coste del desastre de Japón podría alcanzar un 4% de su PIB, según el Banco Mundial

  • Supone el doble de lo que costó el terrremoto de Kobe en 1995
  • El organismo internacional cree que el país volverá a crecer al final de 2011

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El impacto negativo del terremoto y el posterior tsunami en la  economía de Japón representará entre un 2,5% y un 4% del PIB japonés,  lo que implica un coste de entre 122.000 y 235.000 millones de  dólares (entre 86.187 y 166.000 millones de euros), el doble del coste que supuso el seísmo que destruyó Kobe en 1995, según un  informe del Banco Mundial.

La catástrofe de Kobe alcanzó un coste  de 100.000 millones de dólares (70.652 millones de euros), equivalente a un 2% del PIB.

Rápida recuperación para volver a crecer al final de 2011

No obstante, el Banco Mundial subraya que, a pesar de la  ralentización del crecimiento de la economía del país, este frenazo  "probablemente será temporal" y augura que la actividad de la  economía nipona volverá a repuntar a partir de mediados de 2011, a  medida que avancen los trabajos de reconstrucción.

De este modo, el organismo internacional afirma que, "aunque es demasiado  temprano para una valoración completa, la pasada experiencia de Japón  sugiere un acelerado esfuerzo de reconstrucción por lo que, a corto  plazo, el impacto sobre las economías de los países emergentes del  Este de Asia será limitado".

"En este momento, esperamos que el impacto económico de la  catástrofe en el Este de Asia sea de breve duración", pronosticó el  economista del Banco Mundial para la región, Vikram Nehru, quien  prevé que "en el futuro inmediato el mayor impacto sea en términos de  comercio y financiación", aunque espera que Japón vuelva a crecer  cuando las labores de reconstrucción se aceleren.

En este sentido, el organismo recuerda que el comercio del resto de Asia Oriental con  Japón ha representado el 9% del comercio exterior de la región en los  últimos cinco años. Por eso, las exportaciones de la región podrían  ralentizarse entre un 0,75% y un 1,5% por cada reducción de un cuarto de  punto porcentual en el PIB nipón.

Parálisis temporal de la economía japonesa

Después de conseguir un crecimiento sostenido de varios trimestres después del final de la recesión en 2009, el PIB japonés bajó un 1,3% en el último trimestre del año pasado. Antes de que ocurriera el terremoto, la mayoría de los economistas coincidían en que su economía iba a rebotar en este primer trimestre de 2011.

Pero la sucesión de catástrofes provocó la semana pasada que la Bolsa de Tokio se desplomara un 10,22% y que la cotización del yen se disparara frente al dólar.

Este lunes, el mercado de valores japonés permanece cerrado por jornada festiva, y el yen se ha relajado un poco frente al dólar y el euro en sus primeros cambios en Asia, con lo que parece aún efectiva la intervención concertada  en el mercado de divisas acordada el pasado viernes por los bancos centrales del G-7.

Después del terremoto de Kobe, el comercio nipón con sus vecinos se ralentizó, pero un año después ya había recuperado el 85% de su nivel anterior al seísmo.

"Sin embargo, esta vez, la perturbación de las redes de producción -sobre todo en las industrias de automoción y electrónica- podría continuar causando problemas" después de un año, explica el Banco Mundial en su informe.  

Grandes grupos como los gigantes Toyota y Sony han suspendido su producción en muchas de sus plantas después del terremoto, y solo algunas compañías han reanudado su actividad de forma parcial.

Como consecuencia, la rama surcoreana de General Motor prevé que el impacto de esa parálisis nipona le alcanzará esta semana, cuando reducirá su producción ante la más que posible falta de piezas clave que se producen en Japón.

En cuanto a los chips electrónicos -cuyo 36% de la producción mundial sale de Japón-, los precios se han disparado un 20% en algunas categorías, según el Banco Mundial.