Los nuevos ataques de Gadafi no impiden a los rebeldes avanzar hacia el este
- Dicen que están coordinados con las fuerzas internacionales
- Se encuentran a las puertas de la ciudad clave de Ajdabiya
- Aviones franceses despegan hacia Libia en la tercera jornada de ofensiva
- Gadafi pide una marcha verde hacia Bengasi para evitar los bombardeos
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Las fuerzas de Gadafi siguen con su ofensiva pese a haber asegurado la imposición de un alto al fuego. Durante este lunes una de las zonas más sangrientas ha sido la de Misrata, donde los rebeldes aseguran que las fuerzas afines al régimen han bombardeado "durante horas" y han causado la muerte de 40 personas.
Pese a ello, los rebeldes libios no se han paralizado. Tras celebrar la intervención internacional, han pedido nuevos ataques de las fuerzas internacionales contra el ejército de Gadafi, han logrado avanzan hacia la localidad estratégica de Ajdabiya, en la frontera de la provincia de la Cirenaica, para arrebatársela al régimen tras perderla hace una semana.
"Afortunadamente nosotros somos ahora los ganadores. Cómo marchan las cosas ahora es un síntoma de que veremos pronto los frutos de la revolución", ha asegurado el mimebro del Consejo rebelde, Abed al- Hafeez Ghoga.
Ni intervención terrestre ni negociación
Eso sí, pese a lo bien recibida que ha sido la actuación de la comunidad internacional, los rebeldes también tienen clara su postura a la hora de gestionar la crisis: no quieren ni una intervención terrestre ni una negociación con Gadafi.
"El comité rechaza que haya tropas extranjeras sobre el terreno pero animamos al bombardeo del ejército de Gadafi", ha declarado Ahmed el-Hasi, un portavoz de la coalición opositora 17 de febrero, en la ciudad de Bengasi.
Los rebeldes han insistido en que aún quieren tomar por ellos mismos la capital del país, Trípoli, pero han subrayado que lo quieren conseguir sin ninguna opción ofensiva de las potencias extranjeras, aunque están coordinados con ellas.
"Hay conexión entre nosotros. Primero, para localizar la posición de las tropas de Gadafi y segundo para señalar la posición de nuestros soldados para que no sean bombardeados", ha desvelado el portavoz.
Con todo, el objetivo último es el final del actual régimen: "Estamos en una guerra de desgaste en la que solo cabe la salida de Gadafi. Por eso no queremos negociar. La comunidad internacional le requiere como un criminal de guerra. Será juzgado por crímenes de guerra, de genocidio contra su pueblo libio", ha sentenciado el-Hasi.
Rumbo a Ajdabiya
Mientras, las fuerzas gubernamentales libias, que habían atacado Bengasi el sábado por la mañana, han retrocedido ya hacia la ciudad de Ajdabiya, 160 kilómetros al sur, aunque no han abandonado los combates.
"Nuestras fuerzas están en las puertas de Ajdabiya y están buscando terroristas. Pronto estará segura. Vamos a ir camino de Trípoli para acabar con todo el régimen", ha asegurado el-Hasi.
Esta ciudad se ha convertido en el nuevo frente de la guerra, ya que los aviones han lanzado bombardeos a las fuerzas de Gadafi en sus alrededores mientras los rebeldes avanzan para recuperar la localidad.
El corresponsal de la agencia Reuters se encuentra en el frente rebelde a escasos 5 kilómetros de Ajdabiya y ha escuchado explosiones y ha visto columnas de humo sobre la localidad, cuyas carreteras llevan hacia Bengasi, la capital rebelde y la ciudad petrolera del nordeste de Tobruk, también en manos de la oposición.
Cuando un avión de guerra es visto sobrevolando sus cabezas, los rebeldes cantan y hacen la señal de la V de Victoria mientras avanzan.
"Ha habido bombardeos aéreos hasta primera hora de la mañana. Los rebeldes atacaron sobre las tres de la mañana y las fuerzas de Gadafi han contraatacado. Aún están en la puerta este de Ajdabiya", ha declarado Ahmed al-Tir, un insurgente en la ciudad de Zuetina, a unos 15 kilómetros del frente.
"Estamos esperando que los franceses los bombardeen. Confiamos en que lo harán", ha añadido el insurgente Ahmed al-Ebeidi preguntado cuándo los rebeldes entrarán en Ajdabiya.
Los aviones franceses fueron los primeros de la coalición occidental que lanzaron bombardeos contra Libia este sábado pero los rebeldes consideran que el ejército de Gadafi sigue siendo una fuerza potente pese a las dos jornadas de ataques.
"Si no conseguimos más ayuda de Occidente, las fuerzas de Gadafi nos comerán vivos", ha asegurado otro rebelde, Nouh Masmari.
Aviones franceses
Mientras, aviones franceses han vuelto a despegar de sus bases para reanudar por tercer día consecutivo las operaciones en Libia, informó el Ministerio de Defensa.
Ni el Ministerio ni el Estado Mayor del Ejército han querido dar detalles sobre el programa de la jornada, y se han remitido a una conferencia de prensa a las 17.30 horas locales que, como desde hace dos días, sirve para dar cuenta de la intervención.
La única información fue que las aeronaves francesas no habían sobrevolado el espacio aéreo de Libia durante la noche, como tampoco lo habían hecho en la noche del sábado al domingo.
Los cazas franceses no dispararon el domingo contra las fuerzas del líder libio, Muamar al Gadafi, porque se respetó la exclusión aérea en la zona de cuya vigilancia se encargan en la región de Bengasi, y porque tampoco constataron ataques militares contra la población civil.
Mientras, emisarios del Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT) se van a reunir de nuevo en París con las autoridades francesas, según ha informado un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El portavoz no ha ofrecido detalles sobre la hora de la reunión, que tendrá lugar en la sede del Ministerio, ni sobre sus participantes, pero ha recordado que Francia considera al CNLT un "interlocutor político legítimo" de su país.
Marcha verde
De hecho, pese a la retirada de sus tropas de Bengasi, el líder libio, Muamar el Gadafi, ha instado a los ciudadanos de todas las regiones del país a organizar este lubes una "marcha verde popular estratégica" hacia la capital rebelde con ramas de olivo en las manos para impedir "la agresión extranjera", según ha anunciado la agencia oficial libia Jana.
Según Gadafi, la marcha, organizada en el marco de "la lucha contra la agresión extranjera", deberá reagrupar decenas de tribus libias procedentes de todas las regiones del país hacia la segunda ciudad libia y bastión de los rebeldes.
Los participantes deberán llevar ramos de olivo en sus manos para "arreglar los problemas de forma pacífica y no dar ocasión a los enemigos que atacan Libia y buscan apoderarse de sus riquezas", ha señalado la agencia oficial.