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Trichet se enfrenta a los líderes europeos al pedir que el fondo de rescate compre deuda a los países

  • Los dirigentes de la Eurozona quieren limitar las compras al mercado secundario
  • También se opone a la creación de eurobonos, defendida por algunos Estados

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El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude  Trichet, ha reclamado este lunes que el actual fondo de rescate europeo -dotado en total con 750.000  millones de euros- pueda comprar bonos en el mercado secundario de deuda para  aliviar la presión sobre los países con problemas.

Trichet se enfrenta así, de nuevo, con los líderes europeos, que ya  han decidido que ese mecanismo sólo pueda comprar deuda emitida por  los Estados miembros en el mercado primario, y siempre que los países  beneficiarios cumplan una serie de estrictas condiciones.

Objetivo: asegurar cierto acceso de los países al mercado

"El mecanismo debería ser capaz de emplear un amplio abanico de  instrumentos para ser eficaz a la hora de detener el contagio en  situaciones de inestabilidad aguda del mercado", ha señalado el  presidente del BCE en una comparecencia ante la Comisión de Asuntos  Económicos del Parlamento Europeo.

"Si es indispensable, ayudar a los países manteniendo al mismo  tiempo un cierto acceso al mercado puede ser una manera adecuada, e  implicaría un uso prudente de los fondos. En este contexto, continúo  considerando las intervenciones en el mercado secundario como una  herramienta útil", ha insistido Trichet.

El BCE pretendía que el fondo de rescate tomara su relevo en la  compra de bonos de los países amenazados en el mercado secundario,  pero los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han vetado esta  posibilidad.

El presidente de la autoridad monetaria ha vuelto a criticar  además el nuevo sistema de sanciones aprobado la semana pasada por  los Veintisiete para los países con déficit y desequilibrios  excesivos por considerarlo insuficiente para prevenir nuevas crisis  de deuda.

Contra los eurobonos y a favor de una tasa a los bancos

Además, Trichet ha reiterado su oposición a la creación de eurobonos, que  había sido propuesta por Italia y por el presidente del Eurogrupo,  Jean-Claude Juncker, como solución para la crisis de la Zona euro, y que fue  vetada por Alemania y Francia.

"Los bonos garantizados colectivamente no permitirían a los  ahorradores y a los inversores evaluar las políticas fiscales de los  diferentes países. Mientras no tengamos una federación política con  un presupuesto federal, ello crearía un problema de incentivos.  Reduciría los incentivos para la prudencia fiscal a nivel doméstico",  ha explicado el presidente del BCE.

Durante su comparecencia ante la Eurocámara, Trichet ha respaldado la imposición de una tasa a los bancos para crear fondos que se  utilizarían en el futuro para liquidar a entidades con problemas, tal  y como propone Bruselas.

En lo que se refiere a la tasa a las  transacciones financieras internacionales, el presidente del BCE ha  defendido que, si se implanta, se haga al mismo tiempo en todo el  mundo y no sólo en la UE para evitar una fuga de capitales.