Las tres cajas vascas optan por la integración mediante un banco común
- BBK, Kutxa y Vital superan el 10% del capital de calidad exigido
- El nuevo banco tendrá unos activos de 80.000 millones de euros
Las tres cajas de ahorro vascas, la vizcaína BBK, la guipuzcoana Kutxa y la alavesa Vital, apostarán por su integración pidiendo una licencia bancaria conjunta, el paso que se da para realizar la llamada "fusión fría", según han comunicado las tres entidades a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
La integración supondrá crear un banco con unos activos de unos 80.000 millones de euros, de los que casi 50.000 corresponden a la caja más grande, la BBK.
El acuerdo ha sido alcanzado por los presidentes de las tres entidades de crédito, Mario Fernández (BBK), Xabier Iturbe (Kutxa), ambos ligados al PNV, y Carlos Zapatero (Vital), vinculado al PSE.
El pacto, según la comunicación enviada a la CNMV, incluye "las bases de un proceso de integración mediante el ejercicio de la actividad financiera a través de una licencia bancaria, con mantenimiento de la personalidad y órganos las tres Cajas".
Una vez se formalice un acuerdo definitivo, éste se someterá a la aprobación de los órganos competentes de las tres cajas.
Vieja aspiración de las entidades
Las tres entidades están en una situación saneada, con más de un 10% de "core capital" como ha exigido el Banco de España, y con un beneficio conjunto cercano a los 340 millones en el año 2010.
Las tres son además complementarias, ya que no tienen oficinas en el territorio donde operan las otras. Por ejemplo, la Vital no tiene ninguna oficina en Bilbao, y la BBK sólo una en Vitoria. Su principal activo industrial es su participación del 6% en Iberdrola.
La integración es una vieja aspiración de los dirigentes de las tres cajas, abortada en el pasado por divergencias políticas sobre el control de las entidades.
El primer gran intento fue el que en el 2005 lideraron los presidentes de las tres entidades, pero encontró la oposición del PP alavés, temeroso de que la Vital perdiera su identidad.
Después, en el 2008, fracasó un intento a dos bandas que casi llegaron a culminar BBK y Kutxa. Tras haberlo aprobado la caja vizcaína, la asamblea de la guipuzcoana no logró la mayoría necesaria para aprobar la fusión, al conseguir 63 votos a favor, 33 en contra y 4 abstenciones.
Al no llegar a los dos tercios de la asamblea, la Kutxa impidió la fusión. Este rechazo en una asamblea ha dejado a la caja guipuzcoana más alejada de los planes de fusión desde entonces.
Compra de la intervenida Cajasur
La situación cambió el año pasado con la crisis y los problemas económicos de las cajas españolas. Primero la BBK intentó, infructuosamente, hacerse con la intervenida Caja Castilla la Mancha, que finalmente se integró en Cajastur, y trató de constituir un Sistema Institucional de Protección (SIP), con la alicantina CAM, que finalmente se alió con Cajastur.
A pesar de este nuevo traspiés, la caja vizcaína mantuvo su decisión de crecer, y ahí surgió la compra de la intervenida Cajasur. Con su compra, para lo cual creó el BBKbank, la BBK se convertió en la octava caja de España por volumen de activos, con más de 48.700 millones de euros, de los que 29.800 corresponden a la caja vizcaína y el resto a la cordobesa.
Paralelamente, en los últimos meses del año la BBK y la alavesa Vital retomaron la posibilidad de llevar a cabo un SIP, mientras que la guipuzcoana Kutxa se mostró dispuesta a estudiar de nuevo la fusión.
Aunque parecía que las interferencias políticas habían parado de nuevo la fusión fría entre la BBK y la Vital, el presidente de la caja vizcaína, Mario Fernández, insistió este mes en la asamblea general de la entidad que seguían con los planes, y el de la alavesa, Carlos Zapatero, ratificó su apuesta por la fusión.
Ahora los tres presidentes han apostado por la integración con la creación de un banco, lo que se conoce como "fusión fría" y el mantenimiento de sus marcas propias.