El sistema de geolocalización Galileo va tomando forma
El primer sistema de localización por satélite de uso y creación exclusivamente civil, el sistema Galileo, poco a poco, se está haciendo realidad. Tanto es así que ya se ha anunciado dónde estarán algunos de los centros para gestionarlo.
Uno de ellos estará en Madrid, en Torrejón de Ardoz. Habrá otros dos centros de operaciones que estarán situados en Alemania e Italia.
Gracias a la nueva plataforma Galileo, que estamos desarrollando la Unión Europea con participación china, los europeos nos independizaremos del entrañable GPS estadounidense y el menos conocido GLONASS ruso. Estos dos sistemas son militares, se idearon durante la Guerra Fría, y su disponibilidad no está garantizada.
Civil y más preciso
Galileo será exclusivamente civil y, además, será más preciso. Su margen de error será de centímetros. Las aplicaciones, se pueden imaginar, de todo: gestión de tráfico aéreo y ferrocarriles, cirugía a distancia, recuperación de vehículos robados y, entre otras muchas más, el clásico sistema para guiar a los coches hacia un lugar concreto de la geografía.
Para asegurar un buen servicio habrá cinco modos: uno abierto y de acceso libre, otro comercial y otro de aplicaciones críticas, es decir, donde la vida de personas está en juego, un cuarto modo para policía y aduanas y el quinto para búsqueda y salvamento.
La flota constará de 30 satélites situados a 24.000 kilómetros de la Tierra. Algunos serán de reserva por si falla algún otro. En 2005 y 2008 se pusieron en órbita dos satélites experimentales, el GIOVE A y el GIOVE B respectivamente.
Su misión proporcionará datos sobre las condiciones del en la órbita en la que se encuentran. Así, las siguientes naves que construyeron estarán mejor preparadas para lidiar con el entorno.
Los dos Giove también enviaron señales para establecer formalmente la radiofrecuencia que van a utilizar el resto de los satélites de la plataforma, los 28 que faltan.
Tras esta primera fase, en unos seis meses se lanzaran los llamados IOV, los In-Orbit Validation, los satélites de validación en órbita. Serán cuatro, los lanzarán por pares y servirán para comprobar que todo funciona bien antes de lanzar los demás.