El Eurogrupo considera que un rescate de 75.000 millones sería "apropiado" para Portugal
- Juncker ha aclarado que Lisboa no ha pedido ayuda europea
- Merckel pide que los partidos portugueses mantengan sus compromisos
El presidente del Eurogrupo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, ha considerado que 75.000 millones de euros serían una cifra "apropiada" para un posible rescate de Portugal, tras la dimisión del primer ministro luso, José Sócrates, por el rechazo a su plan de ajuste.
"Si Portugal tiene que pedir ayuda europea, es una cantidad que me parece apropiada", ha respondido Juncker, al ser preguntado en una televisión francesa sobre un posible plan de rescate de la economía portuguesa.
Juncker ha aclarado que Portugal todavía no ha solicitado la ayuda, pero que no se puede excluir la posibilidad del rescate de la Unión Europea.
Rechazo de los ajustes en Portugal: "una mala noticia"
El presidente del Eurogrupo también se ha pronunciado sobre el rechazo político al cuarto paquete de medidas propuesto por el Ejecutivo luso para alcanzar sus objetivos de consolidación fiscal. A juicio de Juncker, esa decisión del Parlamento luso le parece "una mala noticia".
"Habíamos pensado, ya que lo habíamos aprobado, que ese programa de ajuste y consolidación lo aprobaría el Parlamento", ha agregado Juncker.
"Los tres paquetes anteriores habían recibido el apoyo de la oposición parlamentaria (...) y esperábamos que la oposición se diera cuenta del hecho de que había necesidad de adoptar este otro", ha continuado.
"No quisiera entrar ahora en el juego de especulaciones sobre si sí o si no. [Sobre si] Portugal de aquí a tres días o tres semanas va a llamar a la puerta del fondo de estabilidad (...) La cuestión es saber si un gobierno que lleva los asuntos corrientes puede tomar esa decisión", ha advertido el dirigente luxemburgués.
Por su parte, la vicepresidenta económica española, Elena Salgado, ha considerado que "de momento", la crisis en Portugal es política y habrá que esperar a comprobar sus consecuencias en ámbitos como el económico.
Otros responsables europeos, entre ellos, la canciller alemana, Angela Merkel, han instado a los partidos políticos portugueses a "mantener sus compromisos" financieros y de control del déficit público, tras la crisis de gobierno. Precisamente, Eurostat podría obligar a Lisboa a revisar al alza su dato de déficit de 2010, que debía situarse en un 7,3% del PIB después del 9,3% alcanzado en 2009.
Portugal cambia la agenda
La crisis de Portugal ha irrumpido en la agenda de la cumbre europea, que ya se presentaba complicada por la falta de acuerdo de los líderes de los Veintisiete sobre cómo aumentar la capacidad del fondo de rescate.
Portugal debe decidir si necesita pedir ya ayuda financiera o si, por el contrario, puede continuar captando esos fondos en unos mercados que cada vez desconfían más de su capacidad de devolución y, por tanto, le exigen más y más rentabilidad a la hora de comprar sus bonos. El tiempo apremia porque desde ahora hasta junio, Portugal tendrá que pagar más de 9.000 millones de euros por el vencimiento de obligaciones de deuda.
Los mercados han castigado la prima de riesgo portuguesa, pero permanecen tranquilos respecto a la deuda española, aunque el viento podría cambiar de nuevo, dada la alta exposición de los bancos y cajas de ahorros españoles a la deuda soberana lusa.
Portugal se encuentra en el punto de mira de los mercados desde finales de 2010, y los rumores sobre la hipótesis de tener que pedir un rescate financiero como hicieron Grecia e Irlanda han ido en aumento desde entonces, quizás en los próximos días se despejen las dudas.