'Sucker Punch', un delirio visual, estético y argumental
- Una película dirigida por Zack Snyder ('Watchmen', '300')
- Cuenta los delirios de una joven encerrada en un manicomio
Sucker Punck es la nueva película de Zack Snyder un director especializado en adaptar cómics con resultados tan notables como 300 (la epopeya de los espartanos escrita y dibujada por Frank Miller, de la que ya se prepara una secuela tanto en cómic como en película) o Watchmen, una interesante traslación de una novela gráfica que se suponía inadaptable y que, aunque no esté a la altura del referente literario, es un film bastante interesante.
Y gracias a ese excelente trabajo ha sido el elegido para dirigir la nueva película sobre Superman titulada Man of steel (El hombre de acero), que será protagonizada por Henry Cavill (Los Tudor), Kevin Costner y Diane Lane como los padres de Superman. Viggo Mortensen suena como el villano.
Es evidente que si Christopher Nolan (El Caballero Oscuro), productor de Superman, confía en Snyder es porque ha demostrado ser uno de los directores visualmente más poderosos de los últimos años.
El poder sin control no sirve de nada
Sucker punch es un nuevo "tour de force" visual de Snyder que rueda imágenes espectaculares, batallas a la altura de las de El Señor de los anillos (a la que homenajea en una secuencia), pero a diferencia de esta, no hay un guión sólido y esas batallas se vuelven largas, repetitivas y terminan por cansarnos.
Sucker Punch es el primer guión propio de Snyder (Una idea que le rondaba la cabeza desde hace más de una década), aunque ayudado por el debutante Steve Shibuya (un compañero de colegio), ya que sus películas anteriores se basaban en novelas gráficas (300, Watchmen), eran remakes (Amanecer de los muertos) o adaptaciones literarias (GaHoole: la leyenda de los Guardianes).
Y en esta ocasión se ha demostrado que si Snyder es un excelente adaptador, no parece tan buen creador. El guión de Sucker Punch es un compendio de los sueños de un adolescente, mezclando locura, chicas en uniforme, dragones, nazis, peleas, robots...
Las influencias son muy variadas, desde cómics como Arrowsmith (de Kurt Busiek y Carlos Pacheco) a Bola de Dragón pasando por los mangas (que definen el aspecto de lolitas de las protagonistas), Algo voló sobre el nido del Cuco, Yo, robot o Kill Bill (La protagonista parece una sosias adolescente de la Uma Thurman de esa película).
Y con estos elementos construye un cóctel explosivo, tan visualmente poderoso como repetitivo.
"Tienes las armas que necesitas: ahora lucha!"
"Para los que luchan la vida tiene un sabor que los que se esconden no probarán jamás". Esta frase de la película resume la vida de estas jóvenes que intentan escapar.
La protagonista, Baby Doll, es encerrada en un psiquiátrico para mujeres del que sólo puede huir gracias a su imaginación, demostrando el poder de la mente.
En sus ensoñaciones, ella y sus compañeras del psiquiátrico son heroinas superpoderosas que se enfrentan a robots, dragones, soldados nazis... en escenarios de pesadilla.
Y esa lucha se ve reflejada en el mundo real de una forma completamente inesperada.
Un arranque espectacular
Es una pena porque Snyder vuelve a rodar una secuencia de arranque tan efectiva como los títulos de crédito de Watchmen. Que nos pone los dientes largos. Es una pena que luego se pierda en una sucesión de peleas y escenas de acción tan brillantes como cansinas.
El elenco es espectacular, con algunas de las actrices jóvenes más interesantes del momento (Emily Browning, Jena Malone, Abbie Cornish, Vanessa Hudgens, Jamie Chung...) y la veterania de Scott Glenn, líder espiritual de las chicas en sus batallas imaginarias.
En definitiva, una película con algunas de las escenas de acción más brillantes jamás rodadas, espectaculares efectos especiales y, lamentablemente, un espectáculo tan visualmente impresionante como vacío.