Zelter, el músico fiel de Goethe
- Mantuvieron una amistad que duró casi 40 años
- Goethe encontró en Zelter al traductor más fiel de sus poemas
- La Biblioteca Verde (RNE) recorre los lieder de Zelter con texto de Goethe
Sobre todas las cimasestá el silenciosobre todas las cumbresno te acaricia a penas más que un soploen el bosque callan los pájarospronto, espera, tú también yacerás
(El reposo, poema de Goethe puesto en música por Carl Friedrich Zelter)
Goethe escribió centenares de poemas, pero a diferencia de lo que ocurría con sus libretos, no tenía intención en un principio de que alguien les pusiera música.
Aunque como sabemos, grandes compositores –Schubert, Beethoven y Mendelssohn- lo hicieron, no fue en ellos en los que Goethe se sintió “prolongado” sino Carl Friedrich Zelter. Este hijo de albañil que también trabajó en la obra, comenzó a estudiar música a escondidas y llegó a ser uno de los compositores de más éxito en Alemania con sus lieder (melodías en alemán para voz y piano) Fue el iniciador del lied alemán, que Schubert perfeccionaría después, en vida del propio Zelter.
Una larga amistad
Zelter entabló una estrecha amistad con Johann Wolfgang von Goethe y sus obras incluyeron arreglos de poemas del escritor. Durante su carrera, compuso cerca de 200 lieder, así como cantatas, un concierto para viola y música para piano.
Zelter tuvo muchos alumnos célebres a lo largo de toda su carrera, como Felix Mendelssohn, Fanny Mendelssohn, y Giacomo Meyerbeer, entre otros. Felix Mendelssohn fue quizás el alumno favorito de Zelter, quien alabó en sus escritos las habilidades del niño de 12 años. Zelter comunicó su fuerte amor por la música de Johan Sebastian Bach a Mendelssohn, uno de los motivos por los que Mendelssohn recuperó la Pasión según San Mateo de Bach, en 1829 para la Singakademie, bajo el auspicio de Zelter
Zelter y Goethe: comunión perfecta
Goethe desconfiaba de todo “exceso sonoro” al encuentro del Verbo Y Zelter sólo pretendió en sus propias palabras “buscar la melodía que se representó el propio poeta al escribir los versos”. De ahí que el poeta se sintiera durante toda su vida, cómodo con las traducciones musicales que Zelter realizó de sus poemas.
En 1796, Zelter publicó una colección de lieder titulado 12 canciones para tocar al piano. Entre ellas había ya dos sobre textos de Goethe. Zelter preguntó a Goethe, utilizando como intermediaria a la mujer de su editor, qué impresión le habían causado. El poeta, aunque confesó como era habitual su limitación a la hora de juzgar composiciones musicales (decía que sólo podía hablar de la impresión que le producían) contestó: “apenas hubiera podido imaginar que la música pudiera expresar acentos tan cercanos al corazón”
La aprobación de un dios doméstico
En 1798, en una carta a Schlegel, historiador, poeta y traductor de Shakespeare le cuenta que tiene ganas de que Zelter le visite en Weimar…y que tiene ganas de tratar con él la relación entre poesía y música. También añade refiriéndose a Zelter: “lo original de sus composiciones no es nunca una ocurrencia personal sino la reproducción radical de la intención poética”
La primera carta de Zelter a Goethe es del 11 de agosto de 1799. Le cuenta que se siente honrado por contar con la aprobación de quien considera uno de sus “dioses domésticos” Con esta carta comienza una relación epistolar entre poeta y músico, conformada por nada menos que 871 cartas que se sucederán hasta la muerte de ambos.
Un nuevo poema que sorprenda al propio poeta
Con el tiempo, la percepción que el poeta tiene sobre el trabajo del músico va evolucionando. En otra carta de 1820, admite que el compositor pueda proyectar algo de su propia personalidad. Después de afirmar que lo ideal “que el músico se sumerja en el poema con el fin de insuflarle verdadera vida” añade: “de este modo, lo individualiza de una manera peculiar con su propia personalidad y así surge un nuevo poema que tiene que sorprender al propio poeta”
Jon Bandrés presenta ‘La Biblioteca Verde’ que se emite los miércoles a las 23:00 en Radio Clásica-RNE