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Las revueltas árabes prenden el polvorín de Oriente Medio en otro Viernes de la Ira

  • La represión del régimen sirio deja decenas de muertos e incógnitas abiertas
  • Jordania entra en un nuevo punto al fallecer un manifestante en una redada
  • La tensión en Yemen alcanza el máximo nivel en las calles en el Día de la Marcha

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Jordania, Siria, Yemen y Baréin viven un nuevo viernes de intensas protestas

Las revueltas pro-democráticas que han prendido en el mundo árabe han entrado en una nueva fase en Oriente Medio tras un nuevo viernes de la ira en el que decenas de manifestantes han muerto por la represión policial en Siria, un país de importancia clave en la región, y un activista ha fallecido en la vecina Jordania, donde hasta ahora las protestas no habían acabado en violencia.

Además, partidarios y detractores del presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, se han enfrentado en las calles de la capital del país, Saná, y otro manifestante ha fallecido en Baréin, donde centenares de personas han salido a manifestarse desafiando el estado de emergencia.

"Creo que hemos llegado a un punto de no retorno. No creo que Oriente Medio vuelva a ser lo mismo. Se está produciendo un nuevo orden, se está produciendo una nueva revolución", ha asegurado a la agencia Reuters Fawaz Gerges, profesor de política de Oriente Medio en la London School of Economics.

Pese a la gravedad y el deterioro de la situación política en Yemen y Baréin, países con Gobiernos aliados de Occidente en los que la fuerte represión se ha cobrado ya decenas de muertos, detenciones de destacados opositores y medidas de excepción democráticas, ha sido la espiral de violencia en Siria la que ha encendido todas las alarmas.

Este viernes las protestas se han extendido por todo el país en un claro reto al dominio de la familia Assad, cuyas fuerzas han matado a decenas de manifestantes en el sur del país.

El epicentro de las protestas, la localidad agrícola de Deráa, ha vivio una nueva manifestación de miles de personas sobre la que la Policía ha disparado y ha lanzado gases lacrimógenos después de que incendiasen una estatua del expresidente Hafez al-Assad, padre del actual líder, Bashar al-Assad.

La emisora catarí Al Yazira ha asegurado que un testigo ha desvelado que las fuerzas de seguridad han matado a 20 personas en la vecina localidad de Sanamein cuando se dirigían hacia Deráa a apoyar las concentraciones. Fentes sirias han reconocido posteriormente más de diez fallecidos.

Protestas por todo el país

Además, en Hama, la localidad que vivió la anterior matanza contra opositores en la historia del régimen baazista en 1982, los residentes han salido a la calle tras las oraciones del viernes coreando "La Libertad resuena", un lema que se ha extendido por todos los países árabes.

El mismo cántico se había producido antes en los funerales en Deráa por algunos de los al menos 37 fallecidos en la represión de agentes de seguridad contra activistas pro-demócratas en una mezquita el pasado miércoles, una cifra que ONG de derechos humanos elevan a más de 100.

En Damasco, la capital, los opositores estaban convocados para salir a la calle a través de Facebook en solidaridad con los mártires de Deráa pero las pequeñas concentraciones pronto fueron disueltas por los cuerpos de seguridad. Agentes de paisano han detenido a al menos cinco manifestantes sin dar explicación alguna.

Además, el distrito de Moudamieh, a las afueras de Damasco, al menos tres personas habrían muerto en enfrentamientos de la multitud con seguidores de Bashar el Assad, que han salido a la calle también este viernes en la céntrica plaza de los Omeyas para defender a su líder.

"Por nuestra alma y nuestra sangre nosotros nos sacrificaremos por ti, Bashar", han coreado. A pocos kilómetros de allí, en la ciudad de Tel, un millar de personas salieron a la calle para llamar a los familiares de Assad "ladrones".

La división en el seno del régimen, que anunció el jueves un inédito paquete de reformas que incluía la posibilidad de levantar la ley de reformas que se estableció en 1963, puede jugar un papel clave, ya que los intentos reformias del presidente chocan contra la élite conservadora de la minoría chií alauita, comandada por su hermano Maher.

"La matanza de Deráa cruza una línea de la que es difícil retirarse. Hay mucho odio. Si la matanza continúa, estarán en peligro", ha declarado Gerges.

Choque en Jordania

A pocos kilómetros de Deráa, en Amán, otra revuelta que había permanecido semidormida hasta ahora puede despertar después de que un manifestantes falleciese y 130 resultase heridas después de que la Policía desmantelase un campamento instalado en una plaza en el centro de la capital desde el jueves para reclamar reformas.

Se trata del primer enfrentamiento entre las fuerzas del orden y los manifestantes en la hasta ahora pacífica Jordania, donde las protestas se extienden desde hace ya tres meses y en la que el rey Abdalá II ha prometido reformas que tardan en materializarse.

Más al sur, en Saná, la situación es mucho más grave y este viernes era ya el de 'la marcha' del presidente Saleh, que ha salido a la calle para arengar a sus seguidores, a los que ha pedido que resistan ante las constantes peticiones de dimisión.

El ejército ha tenido que lanzar disparos al aire para evitar los choques entre los manifestantes pro-democracia, que protestaban cerca de la Universidad de Saná en recuerdo del medio millar de personas fallecidas en las manifestaciones de hace una semana.

Mientras, las negociaciones que en los últimos días mantiene Saleh con su hermanastro y ex número dos del ejército, Mohesen Ali al Ahmar, que se ha unido a los rebeldes, han fracasado.

Por último, en Baréin, un grupo de manifestantes se ha atrevido a salir a la calle pese al estado de emergencia y la fuerte represión desatada por la minoría suní en el poder para protestar en las afueras de Manama, pero pronto fueron disueltos con gases lacrimógenos que han provocado la muerte de un anciano de 71 años por asfixia, según el principal partido de la oposición chií.