Seis muertos en la ciudad siria de Latakia durante una manifestación pacífica de la oposición
- Un testigo asegura que los disparos fueron hechos arbitrariamente
- Los manifestantes piden la caída del régimen del presidente Bashar al-Assad
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Al menos seis personas han muerto en la ciudad siria de Latakia al disparar desconocidos y fuerzas policiales contra una manifestación pacífica de la oposición, según ha informado un testigo a la cadena catarí de televisión Al Yazira.
El testigo, identificado sólo por el nombre de Rabee y que fue contactado por teléfono, dijo que los disparos fueron hechos "arbitrariamente" por fuerzas policiales y civiles situados detrás de los agentes de seguridad.
Las fuerzas de seguridad sirias dispararon gases lacrimógenos para dispersar a cientos de manifestantes organizar una sentada en una de las principales plazas de la sureña ciudad de Dera, testigo en Dera, dijo.
"Varios cientos de jóvenes que estaban tratando de organizar una sentada ... y fueron dispersados por las fuerzas de seguridad central que disparó gas lacrimógeno contra ellos", dijo el testigo.
Los manifestantes pedían la caída del régimen del presidente Bashar al-Assad.
Hasta ahora Siria se había mantenido al margen
Antes de conocerse detalles de este tiroteo, la agencia oficial siria, SANA, citando una fuente oficial, informó de que en Latakia un grupo armado había ocupado los tejados de algunos edificios para disparar contra transeúntes y policías, pero sin dar cifras de víctimas.
El ataque de hoy se produce un día después de que unas veinte personas, según testigos citados por Al Yazira, murieran en Sanamein, unos 50 kilómetros al sur de Damasco, por disparos de la policía contra participantes en una manifestación de la oposición.
Previamente, el miércoles pasado, unas cincuenta personas, según organismos de derechos humanos, murieron en Deraa, cerca de Sanamein, al utilizar fuerzas policiales fuego real para reprimir otras protestas públicas.
Siria se había mantenido hasta ahora al margen de las revueltas populares que triunfaron en Túnez y Egipto, y que se han extendido a Libia, donde prácticamente se vive una guerra civil, y, en menor intensidad, a otros países de la región.