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Decrece la radiación en Fukushima, pero la situación sigue siendo grave

  • La OIEA cree que no hay brechas importantes en las vasijas de presión
  • Se sigue vertiendo agua dulce para enfriar los reactores

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La radiactividad aumenta en Fukushima
Imagen facilitada por Greenpeace que muestra a un funcionario revisando los niveles de radioactividad (7.66 micro Sievert por hora) en Litate, a 40 kms de la planta nuclear de Fukushima

La temperatura y la radiación en diversos sectores de la central nuclear de Fukushima han decrecido, según el último informe publicado por el OIEA que, sin embargo, sigue calificando de "muy grave" la situación en la planta.

"Las mediciones de radiación en las vasijas de contención y las cámaras de supresión de las unidades 1, 2 y 3 ha continuado bajando. Ha seguido saliendo humo blanco de las unidades 1 a la 4", explicó en un comunicado el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre la evolución de las últimas horas.

En la vasija de presión del reactor 1 se ha detectado un ligero aumento de presión, mientras que en las unidades 2 y 3 sigue estable, lo que según el OIEA "posiblemente indica que no hay brechas importantes en las vasijas de presión".

El OIEA ha mostrado su preocupación porque una fisura en la vasija que contiene el reactor número 3, cargado con plutonio, sea el origen de los altos niveles de radiactividad que el pasado jueves obligaron hospitalizar a dos operarios.

Respecto a la temperatura, las mediciones en el fondo de la vasija de presión de los reactores 1 y 2 muestran un ligero enfriamiento, aunque los valores siguen siendo altos, de 142 y 97 grados centígrados, respectivamente.

Se ha logrado ya dotar de energía a las salas de control de los tres primeros reactores, en los que se sigue vertiendo agua dulce para enfriarlos.

Al mismo tiempo, se sigue achicando el agua radiactiva acumulada en el edificio de la turbina del reactor 1, para reducir el riesgo de contaminación de los operarios y facilitar los trabajos de restauración del suministro eléctrico que permita activar los vitales sistemas de refrigeración.

También se continúa vertiendo agua en las piscinas que albergan el combustible usado de los reactores 1 al 4.

Respecto a las mediciones de radiactividad fuera de la central, el OIEA indica que entre el 18 y el 25 de marzo no se han detectado nuevas acumulaciones de radionucleidos en 28 de las 45 prefecturas sobre las que se tienen datos.

En siete regiones se han registrado nuevas acumulaciones de menos de 500 becquerel por metro cuadrado, en lo que se refiere a yodo 131, y de menos de 100 becquerel por metro cuadrado de cesio 137.

Los valores más altos se registraron el sábado en Yamagata, con 7.500 becquerel por metro cuadrado de yodo 131 y 1.200 de cesio 137.