Al menos 53 personas han muerto en un asalto armado a un edificio gubernamental en Irak

• También han resultado heridas 98 personas en el ataque
• Entre los fallecidos, un corresponsal de la agencia Reuters
• Mantienen, además, a varias personas como rehenes

Al menos 53 personas ha muerto este martes durante un asalto armado contra la sede del Gobierno provincial de Salahedin, en la ciudad iraquí de Tikrit, donde los atacantes mantienen retenidos a varios rehenes, según una fuente sanitaria. Además, Jasim al-Dulaimi, jefe del centro de salud, ha asegurado que al menos 98 personas han resultado heridas también.

La fuente ha explicado que los asaltantes llevaban uniformes de la Policía y se enfrentaron con los agentes que custodiaban la sede gubernativa.

Entre los fallecidos se encuentra un corresponsal de la agencia de noticias Reuters, cuya identidad no ha sido precisada, y cinco oficiales de la Policía, que han muerto en el asalto y los enfrentamientos posteriores, durante los cuales los atacantes han hecho estallar un coche bomba.

Los choques, que todavía continúan, han causado hasta el momento heridas a 65 personas, entre ellas el vicegobernador para asuntos de seguridad, Ahmad Shandah, y un cámara del canal de televisión por satélite Al Faiha. Un gran número de heridos se encuentran en estado grave, por lo que la fuente no descartó que aumente el número de víctimas.

Hombres armados

Según la fuente, una vez que los hombres armados, cuyo número se desconoce, tomaran el edificio, llegaron al lugar refuerzos de la Policía y del Ejército para intentar reducirlos, momento en el que los asaltantes detonaron un coche bomba.

Tras la explosión del vehículo, las fuerzas de seguridad iraquíes y militares estadounidenses han impuesto un cordón de seguridad en torno al edificio y las autoridades han decretado el toque de queda en toda la ciudad hasta próximo aviso.

La fuente, que tampoco pudo precisar el número de rehenes que los asaltantes mantienen retenidos, ha agregado que continuaban los disparos y que las fuerzas de seguridad se preparan para recuperar el control del edificio y liberar a los rehenes.