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El Bundesbank sufre una estafa de 20 millones de euros con monedas viejas

  • Han sido detenidas seis personas de una red de 25
  • Azafatas de Lufthansa repatriaban euros montados en China

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El Bundesbank, el banco central alemán, ha sido víctima de una estafa con un coste mínimo de 20 millones de euros mediante la recompra de monedas que habían sido previamente sacadas de la circulación para reciclar su metal debido a su deficiente estado.

Miembros del departamento de lucha contra el crimen organizado de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) han detenido a seis personas implicadas en la estafa y en la que, al parecer, han participado empleados del Bundesbank y personal de la compañía aérea Lufthansa, según revela el rotativo Bild.

Añade que agentes de la policía practicaron este miércoles las detenciones y realizaron numerosos registros en viviendas y oficinas de la región del Rin-Meno en torno a la ciudad de Fráncfort, mientras se sospecha que la red estaba integrada por unas 25 personas.

Viaje de ida y vuelta a China

Aunque las monedas de uno y dos euros desechadas eran desmontadas por el Bundesbank, que separaba el aro exterior del núcleo interior, estas volvían a ser montadas en China, desde donde retornaban a Alemania en maletas de azafatas de Lufthansa, que luego las cambiaban en el banco central germano por billetes.

La estafa comenzaba ya con la compra por parte de una banda organizada de la chatarra que el Bundesbank ponía a la venta para el reciclado del metal de las monedas desechadas, que suponen varias toneladas al año.

Los compradores de las monedas desmontadas las enviaban en cargamentos declarados como chatarra a China, donde se volvían a montar y se preparaban para su retorno a Alemania en envíos que no superaban los 10.000 euros, el máximo no declarable ante las aduanas germanas.

Azafatas y empleados del Bundesbank

Bild señala que la investigación ha sacado a la luz la pertenencia a la red de empleados de cabina de Lufthansa, que hacían de correos para el transporte de las monedas, así como del Bundesbank, que facilitaban su cambio por billetes.

La investigación de la red se inició en 2010 cuando funcionarios de aduanas alemanes en el aeropuerto internacional de Fráncfort observaron a una azafata de Lufthansa que tenía dificultades para manipular su equipaje de cabina debido al peso y que al ser inspeccionado resultó que estaba lleno de monedas de uno y dos euros.

En declaraciones al diario, la fiscal superior de Fráncfort, Doris Möller-Scheu, confirmó que los sospechosos fueron acusados, entre otros, cargos, de "poner en circulación dinero falso", toda vez que las monedas habían perdido su legalidad en el momento en el que fueron desmontadas por el Bundesbank.