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Las muestras perdidas de uno de los experimentos más famosos de la ciencia

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Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

Hace 58 años la revista Science publicó uno de los experimentos más famosos de todos los tiempos.

Lo realizó el científico estadounidense Stanley Miller que demostraba que la vida podía haber surgido en la Tierra hace 4.500 millones de años a partir de unos cuantos componentes básicos presentes en el océano aderezados con unas cuantas descargas eléctricas.

Poco más de medio siglo después, un investigador ha encontrado viales llenos de las muestras en el laboratorio de Miller.

La sopa primigenia

Corría el año 1953 cuando, en su laboratorio de la Universidad de Chicago, Stanley Miller mezcló en un recipiente cerrado moléculas simples como vapor de agua, metano, hidrógeno y amoniaco.

Es la llamada sopa primigenia, que simulaba el océano y la atmósfera de la Tierra cuando apareció la vida. Las descargas eléctricas que le aplicó simulaban rayos.

El resultado fue de caerse de espaldas. Cuando analizó la muestra contenía 5 aminoácidos, los ladrillos de la vida. Décadas más tarde, se analizó el contenido de las muestras del experimento con técnicas de que no existían en los cincuenta y se encontraron nada menos que nueve aminoácidos más, 14 en total.

Simulaba el océano y la atmósfera de la Tierra cuando apareció la vida

Hace tres años, Jeffrey Bada uno de los discípulos de Miller, un químico marino que hoy trabaja en la Institución Oceanográfica Scripps de California, y el mismo que hizo el análisis con técnicas modernas de las muestras originales antes mencionado, encontró otras 11 muestras, llenas de polvo dentro de una caja, pero perfectamente conservadas.

Las muestras no son más de las del mítico experimento del 1953, sino de la repetición que realizó Miller tres años más tarde. En ese segundo experimento, añadió a la mezcla CO2 y sulfuro de hidrógeno, un compuesto que liberan los volcanes, y que por lo tanto asemejaba más aún la mezcla a la Tierra primitiva.

Nunca las analizó

Sucede que Miller no analizó nunca las muestras. Las dejó abandonadas. Así que Bada ha realizado el primer análisis de las muestras. Es todo un honor.

¿El resultado? Muchos más aminoácidos que en el experimentos sin azufre. 22 en total. Miller murió hace poco, en 2007 y quizá le habría gustado ver sus experimentos actualizados y puestos en orden.

Y es posible que le hubiera gustado saber que el paso del tiempo fortalece cada vez más y más su teoría de la sopa primigenia.

CIENCIA AL CUBO

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