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'Patrimonio Nacional' vuelve al Palacio de Linares en forma teatral para homenajear a Berlanga

  • Acoge un montaje teatral tan surrealista como las películas del cineasta
  • Se representa los fines de semana del 2 y 3 y 9 y 19 de abril

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HOMENAJE A LUÍS GARCÍA BERLANGA
La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel (c - i), junto al hijo y al nieto de Luis García Berlanga, y otros asistentes al homenaje, posan en el exterior del Palacio de Linares.

La película Patrimonio Nacional, rodada en el Palacio de Linares hace 30 años, ha regresado a su escenario original con un montaje teatral, tan divertido y surrealista como las películas de Luis García Berlanga, que ha sido presentada para homenajear al cineasta, fallecido el pasado mes de noviembre.

Durante casi dos horas, el Palacio de Linares vuelve a ser la casa de los Leguineche, la familia que inspiró la trilogía que completan La escopeta nacional y Nacional III, gracias a esta producción que traslada a los espectadores a cada rincón del escenario de la película, estrenada en 1981 y protagonizada por Luis Escobar, José Luis López Vázquez y Mary Santpere.

El recorrido comienza en la escalera principal del palacio, donde, gracias a un proyector, las imágenes de la vida del cineasta se mezclan con secuencias de Patrimonio Nacional para dar una emotiva bienvenida a los espectadores.

Es entonces cuando irrumpe en escena un histriónico y poco convencional equipo de rodaje formado por el director de la película, la "script" encargada de mantener la continuidad entre escenas, el director de casting, el peluquero, la maquilladora... solo les falta un pequeño detalle para poder rodar la cinta: los actores.

A partir de ahí comienza Patrimonio Berlanga, donde los espectadores se convierten en actores, los actores en encargados del vestuario, el palacio en escenario, aparece una gallina y todo acaba siendo un lío, pero resulta divertido.

Excusa para recorrer el Palacio

La obra se convierte en una excusa para recorrer todos los rincones del palacio y descubrir anécdotas del genial cineasta valenciano: un tímido que no paraba de hablar, un supersticioso que siempre llevaba algo de madera en el bolsillo, un fetichista y erotómano incorregible.

Para recuperar la esencia de la película han regresado a las habitaciones de la que fuera durante unos meses la "casa" de los Leguineche la cama de la marquesa, los huevos de la gallina, los retratos de la familia y un botijo.

Todos los visitantes acaban encontrando su papel para descubrir, entre risas, que lo que lo que hacía Berlanga tenía mucho arte y que aquellos actores, a los que el cineasta dejaba improvisar, ayudaron a crear una película irrepetible que es ya una de las historias más memorables del cine español.

José Luis García, hijo de Berlanga, ha recordado aquel rodaje en el que su padre "se empeñó en recorrer todos los rincones del Palacio".

García ha disfrutado de este homenaje que cree que su padre recibiría con agrado: "Él siempre defendió que el cine debería pertenecer al Ministerio de Industria porque decía que es el tiempo el que hace que la obra de un creador se convierta en cultura de un país y yo creo que la obra de mi padre, que retrató todo el siglo XX, ya forma parte de la cultura española".

José Lifante, Bárbara Rey y Javier Gurruchaga son algunos de los actores que trabajaron con Berlanga que han asistido a la presentación de este homenaje en forma de representaciones teatrales, que tendrán lugar los fines de semana del 2 y 3 de abril y del 9 y 10, (cuatro pases los sábados y cinco los domingos).