Kazajistán celebra comicios en los que el actual presidente se perfila como ganador
- En enero se hizo una reforma de ley para convocar elecciones anticipadas
- Más de 1.000 observadores internacionales velan por la legalidad
Casi 9,2 millones de electores, más de la mitad de los habitantes de Kazajistán, están convocados hoy a las urnas en unos comicios anticipados en los que se da por hecha la victoria del actual presidente, Nursultán Nazarbáyev.
Los 9.725 colegios electorales abrieron sus puertas a las 07.00 horas (01.00 GMT) y cerrarán a las 20.00 horas (14.00 GMT).
Mañana se darán a conocer los resultados preliminares, mientras que los definitivos se anunciarán a más tardar el próximo día 12.
En enero pasado, el jefe del Estado rechazó por decreto la propuesta del Parlamento a iniciativa de un grupo de ciudadanos de convocar un referéndum constitucional para prolongar su mandato hasta 2020 y en lugar de ello promovió una reforma de la ley fundamental para convocar elecciones anticipadas.
Concurren en estos comicios otros tres candidatos: el líder de los comunistas kazajos, Zhambil Ajmetbékov; el senador Gani Kasímov, del Partido de los Patriotas; y el independiente Mels Eleusizov, al frente de la formación ecologista Tabigat.
Un total de 22 personas intentaron registrar sus candidaturas, pero once no superaron el examen obligatorio de lengua kazaja y otros siete no cumplieron con los requisitos exigidos por la Comisión Electoral Central (CEC).
La oposición, que acusa a Nazarbáyev de perpetuarse en el poder, decidió boicotear las elecciones, por lo que no presentó ningún candidato.
Más de 1.000 observadores internacionales
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) denunció la ausencia de la oposición en la campaña electoral y que la lucha por la presidencia se desarrolla entre el jefe del Estado y otros tres candidatos "que reconocieron personalmente que desean la victoria del actual presidente en las elecciones".
El presidente de la CEC, Kuandik Turgankúlov, indicó que "los sondeos indican que la participación será muy alta", aunque este hecho no es determinante, ya que según la legislación kazaja los comicios son válidos independientemente del número de electores que acudan a las urnas.
Será considerado presidente electo el candidato que sume más del 50 por ciento de los votos depositados en las urnas y en caso de que ninguno lograra ese requisito -algo con lo que no se cuenta-, se celebraría una segunda vuelta con los dos aspirantes más votados.
Estas elecciones son supervisados por 1.059 observadores internacionales, de los cuales 357 integran la misión de la Oficina para Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (ODIHR) de la OSCE.
Otros 426 representan a la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI), mientras que la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) cuenta con una misión de 13 observadores, otros 163 acuden a los comicios en representación de una veintena de Estados y un centenar por diversas organizaciones internacionales.
Ya antes de rechazar la convocatoria del polémico plebiscito y de convocar elecciones anticipadas, el líder kazajo, que ascendió al poder en 1989, cuando este país centroasiático aún formaba parte de la Unión Soviética, había manifestado su intención de presentarse a la reelección en 2012.