Más de 50 muertos al estallar dos bombas en un santuario de Pakistán
- Los atentados los han llevado a cabo dos terroristas suicidas
- Penetraron en el templo de Sakhi Sarwar, dedicado a un santo sufí
Al menos 50 personas han muerto en tres explosiones, supuestamente provocadas por terroristas suicidas, junto a la mezquita de Sakhi Sarwar, en la ciudad de Dera Ghazi Khan, al oeste de Pakistán, según informaron fuentes oficiales.
Dos suicidas penetraron en el templo de Sakhi Sarwar, dedicado al santo sufí del mismo nombre y situado cerca de la localidad de Multán, en la provincia oriental de Punyab, e hicieron estallar el chaleco explosivo que portaban.
Miles de devotos habían acudido al recinto para honrar al santo, en el seno de un tradicional festival anual de tres días de duración.
La fuente policial explicó que uno de los terroristas irrumpió en el santuario por una puerta trasera.
Una fuente de los servicios de rescate, Mohamed Ahsan, situó en 30 los fieles muertos a causa del ataque y en más de un centenar los heridos, según el canal televisivo "Geo".
Varios equipos de rescate se desplazaron al lugar de los hechos y unos sesenta heridos fueron trasladados al cercano hospital de distrito, donde varios de ellos se encuentran en estado crítico, según la misma fuente.
Las tareas de rescate se han visto dificultadas por la falta de ambulancias disponibles y la estrechez de las calles de la zona donde se encuentra la mezquita, junto a la cual los devotos protagonizaron una protesta tras las explosiones.
De acuerdo con "Geo", la Policía ha detenido a un tercer supuesto terrorista que pretendía hacerse estallar y, tras desactivar los explosivos que portaba, fue trasladado a un lugar no especificado para ser interrogado.
Atentados contra el sufismo
El atentado ha sido condenado por el primer ministro de Pakistán, Yusuf Razá Guilani, quien en un comunicado lo calificó de "cobarde", ordenó la apertura de una investigación y prometió eliminar la "amenaza" del terrorismo "inmediatamente".
Las organizaciones integristas suníes y el movimiento talibán paquistaní han golpeado en varias ocasiones a congregaciones sufíes, que buscan una interpretación mística del islam alejada del rigorismo islámico.
Uno de los atentados más sangrientos contra el sufismo, que también aglutina a muchos fieles chiies, fue el perpetrado contra el bello y popular santuario de Data Darbar, en la ciudad de Lahore -capital de Punyab-, que dejó medio centenar de muertos en julio de 2010.
Según un estudio del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS), en 2010 se registraron un total de 2.113 ataques insurgentes, terroristas o de corte sectario, que acabaron con la vida de 2.913 personas y dejaron heridas a otras 5.824.