El Congreso de Estados Unidos logra un acuerdo de última hora que evita la parálisis del Gobierno
- Es una medida provisional para dar tiempo a la firma del nuevo presupuesto
- El presupuesto ha sufrido el recorte de unos 26.500 millones de euros
- Se trata del mayor recorte presupuestario anual de la historia
El presidente republicano de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, John Boehner, ha anunciado se ha llegado a un acuerdo que prorroga durante una semana los fondos del Gobierno federal, lo que evita el cierre de la Administración Pública. Se trata de una medida provisional para dar tiempo a la firma de los nuevos presupuestos.
La Casa Blanca y los líderes del Congreso han mantenido frenéticas negociaciones durante las últimas horas para tratar de conseguir este acuerdo que, de no haberse logrado, habría paralizado la Administración por primera vez en 15 años, y habría afectado a unos 800.000 trabajadores.
Finalmente y a tan solo una hora de la fecha límite establecida para lograrlo, los republicanos y la Casa Blanca han acordado recortar en 38.500 millones de dólares (unos 26.500 millones de euros) el presupuesto presentado por Obama para 2011.
El acuerdo, que ha entrado en vigor esta medianoche hora local (05.00 hora penínsular española) hace efectivo al instante un primer recorte de 2.000 millones de dólares, según ha confirmado el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
Durante una declaración televisada desde la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos ha explicado que se trata del mayor recorte presupuestario anual de la historia, y ha reconocido que algunos de los recortes aprobados serán "dolorosos", y no se habrían hecho en mejores circunstancias.
Obama ha admitido que estos recortes afectarán a "programas en los que la gente confía" y a infraestructuras que son necesarias. "Comenzar a vivir dentro de nuestras posibilidades es la única manera de proteger las inversiones que ayudarán a Estados Unidos a competir por nuevos trabajos", ha dicho.
El Gobierno se preparaba para la paralización
Ante la pespectiva de que no se llegara a un acuerdo, el Gobierno había comenzado ya los preparativos para la posible paralización de la Administración, ya que si no se hubiera logrado el acuerdo presupuestario, los parques nacionales habrían cerrado y, además, el Servicio de Hacienda hubiera visto interrumpidas las devoluciones de impuestos por correo.
Servicios como la expedición de pasaportes también se verían interrumpidos, y sólo se emitirían aquellos de estricta urgencia. Los ciudadanos extranjeros también podían haberse visto afectados, pues durante el periodo de paralización se dejarían de expedir visados para viajar a Estados Unidos. Y los funcionarios federales se quedarían sin cobrar.