Katyn, la doble tragedia de Polonia
- Se cumple un año del accidente de avión en el que murió Lech Kaczynski
Algunos de los árboles del bosque de Katyn, a unos 15 kilómetros de la ciudad rusa de Smolensk, se plantaron en 1940, poco después de que miembros del NKVD, la policía política de Stalin, asesinaran allí a cerca de 22.000 prisioneros de guerra polacos, entre oficiales e intelectuales.
Durante algo más de un mes los llevaron allí en grupos de 300 ó 400 hombres, sacados de los campos de concentración que había en la zona. Los fusilaban y los enterraban en fosas. Cuando finalizaron la matanza, a mediados de mayo, trataron de borrar el rastro colocando pinos en el lugar.
La masacre está grabada en la memoria colectiva de los polacos, como símbolo de la represión de la dictadura soviética que acordó repartirse Polonia con la Alemania de Hitler en los párrafos secretos del pacto Molotov-Ribbentrop.
El 10 de abril de 2010, el avión en el que viajaba el presidente polaco Lech Kaczynski y parte de la plana mayor del país, se estrelló cuando trataba de aterrizar en medio de una densa niebla. Viajaban a la zona para conmemorar la matanza de Katyn, 70 años antes. Los bosques cercanos a Smolensk volvían a unir trágicamente los destinos de Moscú y Varsovia.
El accidente acercó a rusos y polacos y por primera vez el Kremlin declaró un día de luto nacional por la muerte de extranjeros. Parecía el impulso definitivo a la mejora de las relaciones entre ambos países, iniciada en 2007 con la llegada del primer ministro polaco, Donald Tusk, al poder.
Rusia dio nuevos pasos a favor del acercamiento. Publicó varios documentos desclasificados sobre la masacre de Katyn y en noviembre de 2010, la Duma Estatal reconoció oficialmente y por amplia mayoría que Stalin había ordenado los crímenes.
Pero en enero de 2011, los investigadores rusos hicieron públicas sus conclusiones sobre el accidente aéreo y las relaciones entre Moscú y Varsovia volvieron a complicarse. Según el informe, los pilotos no tenían la suficiente experiencia y habían recibido presiones para aterrizar por parte de altos mandos polacos, en contra de las advertencias de los controladores rusos por la escasa visibilidad. Las investigaciones apuntaban directamente al general en jefe de la Fuerza Aérea polaca, Andrzej Blasik, como el hombre que entró en la cabina para dar instrucciones a los pilotos.
El hermano gemelo de Lech Kaczynski, Jaroslaw, calificó el informe de “burla” y los círculos más antirrusos acusaron el gobierno de no responder con contundencia a las acusaciones de Moscú.
Décadas de malas relaciones
Polonia permaneció dentro de la órbita soviética hasta 1989. La presión del sindicato Solidaridad y la Iglesia Católica, entre otros factores, lograron acabar con el régimen y empujaron la primera ficha del dominó comunista. Uno a uno, los gobiernos de países satélites de la URSS fueron cayendo y condenaron definitivamente a un sistema desgastado.
Varsovia y Moscú tomaron caminos diferentes pero mirándose siempre de reojo. El ingreso de Polonia en la OTAN (1999) y en la Unión Europea (2004) sellaron la inclinación del país hacia Occidente. El antiguo satélite de Moscú se alejaba, junto a otros países ex comunistas, como Hungría o la República Checa.
Con la llegada al poder de los nacionalistas gemelos Kaczynski, en 2005, la política polaca asumió un perfil antirruso. El anuncio de la construcción de un gasoducto submarino entre Rusia y Alemania, sorteando a Polonia, irritó a los polacos, que en 2007 se mostraron dispuestos a acoger en su suelo el sistema antimisiles de EE.UU., muy cerca de la región rusa de Kaliningrado.
La llegada del primer ministro liberal Donald Tusk al poder, en 2007, permitió mejorar las relaciones con Moscú, pero las conclusiones del informe publicado en enero suponen un nuevo obstáculo para el entendimiento.