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El Metropolitan descubre al Richard Serra dibujante en una retrospectiva sin esculturas

  • Del día 13 al 28 de agosto, se analizará el papel crucial del dibujo en su trabajo
  • Se exponen 60 obras desde los años 70 hasta la actualidad

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'Blank' (1978), uno de los trabajos de Richard Serra que estarán en la retrospectiva del Metropolitan.
'Blank' (1978), uno de los trabajos de Richard Serra que estarán en la retrospectiva del Metropolitan.

Será una exposición en la que no se podrán sus características grandes esculturas minimalistas de acero corten, esas retorcidas formas de inmensas dimensiones y oxidadas que lo han convertido en uno de los artistas vivos más reputados y demandados. No. El Metropolitan de Nueva York quiere investigar la cara menos conocida de Richard Serra, su faceta como dibujante, un dibujo que ha jugado un papel crucial en el trabajo escultórico de los últimos 40 años de este californiano de padre mallorquín

Del 13 de abril al 28 de agosto, el museo neoyorquino presentará al público la primera gran retrospectiva de los dibujos del escultor estadounidense, con la que se mostrará además que su trabajo ha cambiado la práctica del dibujo hasta convertirlo en un arte en sí mismo.

Bajo el título de "El dibujo de Richard Serra: Una retrospectiva", el templo del arte neoyorquino expondrá 60 obras desde los años 70 hasta la actualidad que pondrán de manifiesto cómo el trabajo del Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2010 han ampliado la definición del dibujo a través de técnicas innovadoras, medios inusuales, escalas monumentales y estudiadas relaciones con el espacio circundante.

Del dibujo como boceto al dibujo como obra

La exposición del Metropolitan recorre el papel del dibujo como una actividad por un lado independiente y por otra unida a la práctica escultórica de este artista, nacido en San Francisco en 1939 y cuyo trabajo en una acerería para sobrevivir acabó marcando su trayectoria profesional.

La muestra arranca con los trabajos de Serra de principios de la década de 1970, en los que dibujaba principalmente sobre papel con tinta, carboncillo, lápiz litográfico y paintstick negro -un lápiz compuesto de una mezcla de pigmento, aceite y cera-. Poco a poco, sus dibujos fueron aumentando su escala y se convirtieron en trabajos artísticos autónomos que desafiaban la concepción del dibujo como trabajo preparatorio.

Así, a mediados de los años 70, realizó el primero de sus monumentales dibujos de instalación, muchas de las cuales se extienden desde el suelo al techo y miden entre tres y seis metros de ancho. Uno de estos trabajos es Pacific Judson Murphy (1978), en la que el artista arrojó tela de lino belga directamente a la pared y cubrían la superficie con paintstick negro.

Se trata de dibujos que controlan todo el espacio de habitaciones completas y que alteran la percepción de la relación espacial. Estos dibujos de instalación suponen así un cambio radical y alteran la concepción de que es un dibujo y cómo puede interactuar con la arquitectura.

"Por la naturaleza de su peso, forma, ubicación, planicidad, la delimitación de sus bordes, los lienzos negros me permiten definir espacios dentro de una propuesta arquitectónica", explica el propio Serra respecto a estos dibujos.

Nuevas técnicas y contestación

A partir de los años 80, el artista estadounidense continúa inventando nuevas técnicas y explorando una gran variedad de efectos de superficie, principalmente sobre papel. En el año 1989, Serra realizó una serie de dípticos de gran tamaño, que podrán verse en el Metropolitan, como No Mandatory Patriotism (No al patriotismo obligatorio) y The United States Goverment Destroys Art (El Gobierno de los EE.UU. destruye el arte), que fueron una reacción a la polémica surgida con su escultura Titled Arc (Arco Inclinado).

El Arco Inclinado era una escultura realizada por encargo del Gobierno y consistente en un muro de acero de 3,5 metros de altura y 40 de longitud curvado instalado en la Federal Plaza de Nueva York en 1981 y que desde el primer momento generó gran controversia, pues los trabajadores de la oficinal federal de la plaza se quejaban de que la escultura obstruía el paso. En 1985, una audiencia pública con jurado decidió que la escultura fuese desmontada y trasladada, pero Richard Serra defendió que el Arco Inclinado estaba construida para ese sitio específico y pensada para interactuar con el espectador, como todas sus obras de este tipo, y no podía ponerse en ningún otro lugar y advirtió de que quitarlo de allí sería "destruirlo". Finalmente, batallas judiciales mediante, en 1989 la escultura fue desmontada y permanece en depósito.

También se podrán ver en la exposición otras series de dibujos realizadas en los 90 como Deadweights (1991), Weight and Measure (1994), Rounds (1996-97) y out-of-rounds (1999-2000).

En los más recientes dibujos de Serra, como los de la serie Solids (2007-2008), la acumulación de paintstick negro en el papel es extremadamente densa y prácticamente toda la superficie del papel queda cubierta de pigmento viscoso. Para conseguir este efecto, el artista suele derramar painstick en el suelo y sobre él deposita el papel, para luego pasar por encima una herramienta dura de forma que quede incrustado el pigmento.

Como parte de esta retrospectiva, el artista estadounidense creará una instalación de dibujo específica para la presentación del Metropolitan.

Los bocetos del Guggenheim

Como complemento a los dibujos, en la exposición se podrán ver también cuatro películas que realizó Serra en 1968 (Hand Catching Lead, Hand Lead Fulcrum, Hands Scraping y Hands Tied) y varios de sus cuadernos de bocetos.

Uno de los bocetos más interesantes que se exponen en el Metropolitan de cara al espectador español son los realizados por el escultor para su obra La materia del tiempo del Guggenheim de Bilbao, un conjunto escultórico monumental que creó en 2005 para la colección permanente del museo bilbaíno y que se exhiben en la sala más grande del museo junto a la gigantesca Snake, tres sinuosas hojas de acero en curva que Serra ideó para la apertura del Guggenheim vasco.

Pero la relación con España de la retrospectiva no acaba ahí, pues la subdirectora y comisaria del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, Lynne Cooke, será una de las invitadas a una conversación con Richard Serra en el Metropolitan el 18 de mayo, en la que también estará la coordinadora de la muestra, Magdalena Dabrowski.

No es casualidad la presencia en Nueva York de la responsable del Reina Sofía si tenemos en cuenta esa vinculación con España del artista, a la que se suma el hecho de que el museo madrileño y el bilbaíno le hayan dedicado grandes retrospectivas, en 1992 y 2005, respectivamente. Un escultor que, además de ser Premio Príncipe de Asturias, recibió la Orden de las Artes y las Letras de España en 2010 y que tuvo la gentileza de repetir gratis para el Reina Sofía la escultura Equal-Parallel-Guernica-Bengasi, de 38 toneladas, después de que ésta desapareciera sorprendentemente.