La Fiscalía israelí imputa varios delitos al ministro de Exteriores
- Está bajo sospecha de blanqueo de dinero, soborno y abuso de confianza
- Los delitos los habría cometido incluso después de llegar al Gobierno
La Justicia israelí va a emprender acciones legales contra el ministro de Exteriores, Avigdor Liberman, por presunta corrupción, según ha informado el Canal Dos de Israel.
El fiscal general del Estado de Israel, Yehuda Weinstein, ha informado a Lieberman, a través de sus representantes legales, de que ha decidido imputarle por fraude, lavado de dinero, soborno, violación de la confianza y acoso de testigos.
Según informaron medio locales, debido a su cargo, Lieberman, que es socio principal en la coalición del Gobierno conservador del primer ministro, Benjamin Netanyahu, tiene derecho a una audiencia previa con el fiscal para tratar de evitar la imputación.
Niega las acusaciones
En agosto de 2009, la policía había recomendado la inculpación de Lieberman por corrupción, blanqueo de dinero y obstrucción a la justicia dentro de una investigación sobre el pago secreto de 2,5 millones de dólares a través de empresas fantasmas y cuentas bancarias para financiar sus campañas electorales.
El titular de Exteriores, líder del partido populista Beiteinou, ha negado las irregularidades aunque podría dimitir una vez que fuera acusado formalmente. Además, ha asegurado que su investigación tiene motivaciones políticas
Su posible dimisión como ministro y jefe del tercer partido de mayor peso en el Parlamento (quince diputados) podría obligar a Netanyahu a cambiar su coalición de Gobierno.
Por su parte, el jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu, ha manifestado su "deseo de que pruebe su inocencia" y ha recordado que han trabajado juntos mucho tiempo", ha informado su oficina en un mensaje de texto a los periodistas.
"Lieberman es un miembro central en el Gobierno y deseo que siga haciendo su contribución pública", ha añadido.
Delitos también después de llegar al Parlamento
Lo que ha trascendido del caso en la prensa local sitúa al ministro como responsable de unos presuntos delitos en los que participó incluso después de llegar al Parlamento y al Ministerio de Exteriores.
Las sospechas apuntan a que se habría embolsado más de diez millones de shekels (2,01 millones de euros o 2,9 millones de dólares) gracias a un entramado de empresas que levantó con ayuda de algunos asociados.
El ministro es sospechoso de haber establecido varias compañías tapadera con las que lavaba el dinero que luego acababa en sus bolsillos.
Las pesquisas establecen que, junto a sus allegados, Lieberman trató de obstruir las investigaciones en al menos tres situaciones diferentes, cambiando los nombres de las compañías que supuestamente estableció en Chipre, tras sospechar de que la Policía le seguía la pista.
Diputado desde 1999, Lieberman ha sido ministro en al menos cuatro ocasiones desde 2002, entre otros al frente de Asuntos Estratégicos en el anterior ejecutivo de Ehud Olmert y de Exteriores en el actual de Benjamín Netanyahu.
Si bien había sido interrogado en varias ocasiones sobre supuestos delitos relacionados con la corrupción, nunca hasta la fecha se ha sentado en el banquillo de acusados.
El titular de Exteriores se suma a la larga lista de políticos israelíes con problemas con la Justicia en los últimos años, como el ex presidente Moshe Katsav, condenado a siete años de cárcel por violación; el anterior primer ministro, Ehud Olmert, inculpado por diversos delitos; o el ex ministro de Justicia Haim Ramón, condenado a trabajos públicos por acoso sexual.