Alfonso Zapico: "Joyce defendía que la magia de la vida estaba en las cosas pequeñas"
- El joven autor narra la vida de James Joyce en 'Dublinés'
- Un proyecto en el que ha invertido 2 años y ha seguido "la ruta Joyce"
Alfonso Zapico nació en la cuenca minera asturiana, en Samartín del Rei Aurelio, Blimea, en 1981. Realizó estudios de Ilustración y Diseño Gráfico en la Escuela de Arte de Oviedo y comenzó a trabajar como ilustrador freelance en cuentos infantiles y libros de texto para diversas editoriales como Edelvives. Colaboró en revistas como El Gomeru; el periódico asturiano La Nueva España, y el semanario Les Noticies, en el que publica la tira gráfica Les pites de Grao. Ha publicado las novelas gráficas: 'La guerra del profesor Bertenev' (Premio al Autor Revelación en el Salón del cómic de Barcelona), 'Café Budapest' y 'Dublinés'
“La perspectiva de la vida que tenía Joyce es que lo mágico reside en las cosas ordinarias y los momentos cotidianos; y también un optimismo que choca con toda la literatura anterior, más épica o romántica” Eso es lo que ha llevado a Alfonso Zapico (Premio autor revelación en el Salón del Cómic de Barcelona 2010) a enfrentarse a un reto inédito en los cómics españoles como es adaptar la vida de James Joyce en Dublinés (Astiberri).
“Confieso que al principio, según dibujaba el álbum, iba cogiendo manía a Joyce, asegura Zapico, porque es la eterna dicotomía, ya que era un genio escribiendo pero también un personaje muy complicado para convivir”.
“Era muy egoísta con sus amigos y se preocupaba solo de sí mismo y a la vez era lo suficientemente generoso para dedicar toda su energía y salud a reinventar la literatura y escribir Ulises”.
“Su obra y sus personajes son profundamente humanos reuniendo mucho de lo bueno y lo malo que podemos encontrar en cualquier ser humano.
Una biografía estructurada como un viaje en tren
“Dublinés, asegura, es un viaje por la vida de Joyce, desde el comienzo en Dublín hasta Zurich, pasando por todos esos lugares en los que vivió y escribió, mezclando la narrativa y el drama”.
“Lo primero que hice fue documentarme, sobre todo con la biografía de Joyce que escribió Richard Ellmann en los años 60. Es muy completa y describe su vida año por año hasta con frases y con el desarrollo de su obra muy documentado y detallado”.
“Lo que he hecho ha sido armar el esqueleto del guión con eso y luego he añadido detalles más pintorescos y curiosos”.
Zapico ha seguido los pasos de Joyce
Zapico también se ha documentado viajando en tren por los mismos lugares que recorrió Joyce en su vida, y en el mismo medio de transporte. “Lo del viaje en tren ha sido parte documentación y para tener otra visión, porque los escenarios son muy importantes”.
“Joyce viajaba y reflejaba muy bien todos esos lugares y ciudades, continúa, y al dibujar no podía mirar fotografías antiguas o buscar documentación, era muy frío. Y se me ocurrió La ruta Joyce, un making off o cuaderno de viajes sobre ese viaje de documentación”.
“Todavía estoy con él, es una ruta por Dublín, Trieste, París y Zurich las cuatro muy diferentes unas de otras y que pertenecen a etapas muy diferentes en la vida de Joyce. Será publicado por Astiberri"
¿Por qué James Joyce?
“Joyce es conocido como un autor de libros muy crípticos y alejados del lector y lo que he pretendido es todo lo contrario. Que sea un cómic muy sencillo de leer, asegura Zapico”.
“Muchas de las claves del Ulises están en su vida. Joyce cogía todo el material vital y lo transformaba en literatura. Por eso lo que he hecho es escribir esta novela gráfica de su vida como un atajo para comprender mejor su obra”.
Un reto personal
“Me planteo cada obra como un reto personal, asegura Zapico, y presentar una biografía de Joyce, que actualmente no está de moda ni parece tener expectativas comerciales, era un reto”.
“Aunque pudiera parecer que el guión ya está hecho, había otras dificultades como ser fiel a una cronología, a los personajes, que tenían que hablar como se supone que lo hacían… conocer a sus contemporáneos como Proust o Hemingway… y a la vez conseguir que no fuera un ladrillo. Meter datos sobre su vida y su obra, pero que se leyera con fluidez, ha sido un reto”.
“Dublines, comenta Zapico, abarca toda una vida. Gráficamente cambia el escenario desde Irlanda, que todavía es británica a finales del XIX. Con el nuevo siglo Joyce viaja y va a Trieste, vive las dos guerras mundiales donde Europa cambia y también pasa por el París de los años 20, de los escritores, de los pintores de Mompartnase y el Zurich de entreguerras muy cambiante. Y había que dibujar todo eso”.
Un cambio en su estilo
“Creo que mi estilo ha cambiado bastante desde La guerra del profesor Bertenev (Dolmen) y espero que siga cambiando. Incluso en Dublinés, de la primera a la última página cambia muchísimo el estilo”.
“Bertenev era un estilo muy definido para el mercado francés con tamaño, color y viñetas tradicionales; con Café Budapest (Astiberri) gire a un estilo más libre, con escenarios muy cuidados pero personajes muy caricaturizados”.
“Con Dublinés los personajes no son tan caricaturescos, están más dotados de realismo… a pesar de que dibujo con un estilo bastante libre. No me importa la perspectiva ni la anatomía y el único añadido ha sido la aguada para tener una tonalidad de grises que me permitiera más detalle en los escenarios y dar más información sobre si es de día o de noche, o el tiempo que hace”.
“Es pronto para saber si el cómic ha llegado a todo el mundo pero creo que sí. Gente a la que no le interesaba el tema lo ha leído y me ha comentado que es un libro ágil y rápido. Creo que he conseguido hacer una novela gráfica accesible de un tema espinoso”.
Un trabajo que le ha dejado agotado: “De momento tengo que terminar La ruta Joyce un complemento de Dublinés. Después haré algo más ligero porque ha sido un proceso agotador. Luego haré una historia mía, pero me ha gustado la experiencia y el reto”
Una historia que promete consagrarle como el autor más interesante de su generación y en la que ha invertido más de dos años. Que sólo ha podido realizar gracias a una beca en en la Maison des auteurs, en Angouleme, la capital europea del cómic. Y cuya creación puede seguirse, paso a paso en su magnífico blog, http://zapiburgotelegraph.blogspot.com/.