El Papa en televisión: "El sufrimiento por la tragedia de Japón no ha sido en vano"

• Benedicto XVI responde en la televisión italiana a siete preguntas en directo
• El Santo Padre insta a la oración y el diálogo para solucionar los conflictos

Benedicto XVI responde a siete preguntas

"El alma permanece en una persona en estado vegetativo. Aunque   no haya ningún tipo de respuesta a los estímulos físicos, el alma siente   el amor que se proporciona a un ser en   inerme". Es la respuesta que   el Papa ha dado a una madre con su hijo en estado vegetativo desde hace dos años.

El Pontífice ha respondido en directo a siete preguntas en la cadena  RAI, en un programa de similar formato que 'Tengo una pregunta para  usted', un hecho sin precedentes en la historia del Papado y en la de la  televisión.

Posiblemente las dos preguntas y respuestas más conmovedoras han resultado las dos primeras. La de la madre y la de la niña japonesa llamada Elena que le ha preguntado al santo padre por qué sufren los niños. El Papa   le ha respondido que él también se lo pregunta pero que, en cualquier caso, ha de saber que Dios está   siemrpe con ellos. "El sufrimiento por la tragedia de Japón no ha sido en vano", pues "detrás de la catástrofe hay un buen proyecto" que Dios conoce, ha dicho.

Dudas religiosas

Después ha habido preguntas más teológicas con la muerte y resurrección de fondo. El Papa reconoce que no podemos explicar la resurrección porque está más allá de nuestra comprensión.

Ha recordado que la tumba de Jesús estaba vacía, que no dejó su cuerpo para la corrupción. Por eso se ha llevado también la materia con él y   adquiere unas condiciones de vida diferentes. Jesús ya no puede morir más porque   su realidad está   más allá de la física y la biología

Siete jóvenes cristianos estudiantes de Irak le preguntaron desde ese  país cómo pueden ayudar a la comunidad cristiana, que es perseguida,  para que sus representantes no emigren a otros países. Benedicto XVI les animó a permanecer,  pidió a la instituciones que protejan a los cristianos, que son minoría, y abogó por la reconciliación de esa sociedad "desgarrada, profundamente dividida y lacerada".