Miles de personas piden en la frontera del Rin el final del uso de la energía nuclear
- Activistas antinucleares alemanes, franceses y suizos han participado
- La manifestación, la víspera del 25 aniversario del accidente de Chernóbil
Más de 100.000 personas han marchado este lunes en Alemania y Francia para pedir el abandono de la energía nuclear en la víspera del 25 aniversario del accidente de Chernóbil.
En concreto, total de 144.500 activistas han participado en las manifestaciones organizadas en seis puentes del Rin, en la frontera entre Francia, Alemania y Suiza, y varias centrales, para denunciar los riesgos de este tipo de energía. Este dato, aportado por representantes de los activistas, es algo menor según fuentes policiales que cifran en 700 los asistentes.
Movimiento en auge
El acto central se ha celebrado en el Puente de Europa, en la localidad de Kehl, donde los concentrados han coreado consignas en francés y alemán en contra de las nucleares.
Un miembro de la organización "Salida Nuclear", una de las convocantes, Jean-Marie Braun, ha denunciado la peligrosidad de centrales como la de Fessenheim, en Alsacia, construida en 1977, la más antigua de las centrales francesas, y ha exigido su cierre.
Durante el acto se han lanzado flores al río Rin en memoria de las víctimas de la energía nuclear, informa la radio francesa Europe 1.
Sin fronteras
El lugar de la protesta se encuentra en la frontera entre Francia y Alemania, un lugar simbólico elegido para recordar que "la radiactividad no conoce fronteras", según Remi Verdet, otro activista.
"Estamos aquí para recordar que el riesgo cero no existe", ha asegurado, y también para denunciar el discurso de las autoridades francesas que, después de Chernóbil, aseguraron que la nube radiactiva se había detenido en la frontera franco-alemana.
A la concentración ha asistido el ecologista Nicolas Hulot, quien ya ha anunciado su candidatura a las elecciones presidenciales francesas de 2012. Hulot ha aprovechado para reivindicar el cierre de las centrales nucleares.
Estos actos se han repetido en varios puentes sobre el Rin, en Basilea o Estrasburgo y también ante la central de Cattenom, en Lorena, cerca de la frontera con Luxemburgo y Alemania.