España obtiene casi 2.000 millones al colocar su deuda, pero debe pagar más por ella
- Ha colocado 1.163 millones en letras a tres meses con un interés de 1,440%
- La rentabilidad de la última subasta similar fue del 0,929%
- La demanda ha multiplicado por cinco la oferta del Tesoro
El Tesoro español ha colocado este martes 1.968 millones de euros en letras a 3 y 6 meses, aunque ha tenido que subir la rentabilidad ofrecida a los inversores que han pujado por la deuda. Los intereses han quedado así en niveles de diciembre de 2010, con lo que encadena así tres emisiones consecutivas con mayores rendimientos.
En las dos subastas anteriores, el Estado ya se vio obligado a elevar el interés que se paga a los inversores que compran la deuda española, ya que las operaciones tuvieron lugar la semana pasada, en medio de un nuevo aumento de la presión sobre algunos de los países periféricos de la Unión Europea: Portugal, Irlanda y Grecia.
En concreto, este martes se han adjudicado 1.163 millones de euros en letras a tres meses con un interés marginal del 1,440% -superior al 0,93% de la anterior puja- y 805,74 millones a seis meses con una rentabilidad del 1,90%, por encima del 1,38% de la emisión celebrada en marzo.
No obstante, la demanda ha superado los 10.800 millones de euros, cinco veces más de la oferta inicial del Tesoro, lo que demuestra la buena disposición del mercado con la deuda pública española.
España es "responsable de su destino"
Desde el Gobierno, el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, se ha mostrado satisfecho con el resultado de la subasta. A su juicio, "hay que alegrarse" de que en momentos "tan difíciles" el Tesoro Público haya adjudicado 1.968,74 millones en letras, a pesar de que el interés sea un poco superior.
En conferencia de prensa sobre ejecución presupuestaria, Ocaña ha indicado que la sensación es "buena" por las condiciones tan difíciles que se viven en los mercados financieros.
Ha subrayado que en las próximas semanas España debe hacer frente a vencimientos de deuda importantes, por lo que -ha añadido- ha colocado más deuda que le permita un "colchón" para manejar la tesorería en los próximos meses.
Ocaña ha reiterado que España es responsable de su destino y no depende de circunstancias externas, como la situación de países como Grecia y Portugal.
Por eso, ha destacado que no hay que temer los "ataques" en la medida en que España cumpla con lo que se ha comprometido a hacer en materia fiscal y de reducción del déficit, "y sólo entonces tendrá capacidad para resistir la crisis".
Aumenta la rentabilidad que debe pagar España
En la anterior subasta de letras a 3 y 6 meses del pasado 22 de marzo, el Tesoro logró colocar 2.050 millones y redujo el interés de ambas denominaciones hasta dejarla en niveles de octubre de 2010. En esa ocasión, el Estado adjudicó 1.208,14 millones en letras a tres meses con un rendimiento del 0,93%, -por debajo del 1,120% de la anterior subasta-, así como 842,09 millones de euros en letras a seis meses al 1,38%, inferior al 1,6% precedente.
En concreto, el pasado día 20 de abril, el Tesoro logró colocar 3.537,68 millones de euros en obligaciones a 10 y 13 años. Pero el interés ofrecido por las primeras se tuvo que subir hasta un 5,483%, el más elevado desde enero.
Dos días antes, el 18 de abril, el Tesoro adjudicó 4.658 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, aunque también tuvo que subir los intereses de ambas denominaciones.
Con ambas pujas, España rompió una racha de cinco subastas consecutivas en las que había logrado reducir el interés que paga por su deuda.
Así, en la primera emisión que se llevó a cabo en el mes de abril, el día 7, el Tesoro logró colocar 4.129,67 millones en bonos a tres años con un interés del 3,601%, un tipo ligeramente inferior al 3,609% aplicado en la anterior subasta de esa denominación.
Las claves de la subida: los tipos de interés y Portugal
Pero esa buena racha finalizó poco después, cuando el Banco Central Europeo (BCE) elevó los tipos de interés en la Zona euro y Portugal reconoció el fracaso de su política económica y pidiera ayuda financiera a la Unión Europea.
Después de la subida de tipos de interés en la Zona euro -desde el 1% al 1,25%-, el Tesoro español ha celebrado tres emisiones de deuda en las que ha debido ofrecer mayores intereses, después de haber llegado a encadenar cinco subastas en las que tuvo que pagar menos.
Esa decisión del BCE provocó un repunte en la crisis de la deuda soberana de los países periféricos de la Unión Europea, aunque España ha logrado colocarse relativamente al margen, ya que ha mantenido la rentabilidad de su bono a 10 años en niveles similares a los Italia o Bélgica.
Como prueba, su prima de riesgo país -es decir, el diferencial entre la rentabilidad ofrecida por el bono español a 10 años y la del bund alemán del mismo plazo- se mantiene en torno a los 220 puntos básicos, frente a los más de 600 de la portuguesa, los cerca de 700 de la irlandesa y los más de 1.100 de la griega.
Entre los factores que han contribuido a encarecer la financiación de España destacan las dudas sobre la salud de los bancos irlandeses, los reparos sobre el paquete de ayuda a Portugal de una de las fuerzas políticas que podrían entrar en el nuevo Gobierno finlandés y lo rumores sobre la posibilidad de que se reestructure la deuda griega.
El Tesoro español afrontará el próximo 5 de mayo su próxima emisión de deuda, en este caso de bonos a cinco años. Antes de eso, el viernes 29, hay anunciada una subasta de liquidez para entidades financieras creadoras de mercado y autorizadas.