Sarkozy y Berlusconi debaten los problemas de la inmigración en su cumbre bilateral más difícil
- La entrada de tunecinos y libios ha enfrentado a los dos países
- Pedirán una modificación del tratado Schenger a la Comisión Europea
Cada año se celebraba en junio, pero las fricciones fronterizas han forzado el adelanto de esta cumbre italio- francesa. Se trata de una de las reuniones bilaterales más difíciles de los últimos años.
Del encuentro de esta mañana en Roma saldrá una carta dirigida al presidente de la Comisión Europea, José Barroso, en la que se pedirá una modificación del tratado de Schengen en determinadas condiciones.
Ni Italia ni Francia quieren abandonar Schengen. Según parece, Berlusconi y Sarkozy son favorables a implantar los controles fronterizos en ciertas circunstancias analizadas previamente.
En este documento se incluirá también una apertura a correcciones profundas respecto a las normas que regulan la vigilancia de los límites de los países.
Los límites del sur de Europa
El ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, ha asegurado varias veces que "el mundo está cambiando y ello obliga a modificar reglas viejas que se pueden convertir en anacrónicas".
En esa carta, Italia y Francia pedirán a Bruselas el reforzamiento de Frontex para gestionar los límites del sur de Europa y medidas concretas de ayuda ante emergencias como la de los tunecinos de este año.
En esa hora de encuentro, Italia espera obtener también el apoyo francés a la candidatura de Mario Draghi para la presidencia del Banco Central Europeo. Asuntos como la láctea Parmalat y la energética Edison con intereses cruzados, también estarán sobre el tapete.