La represión de las protestas en Yemen acaba con la vida de una decena de manifestantes
- También un centenar de heridos, de los que una decena está grave
- Las partidarios del régimen también han participado en la represión
Al menos diez personas han muerto a tiros este miércoles y un centenar han resultado heridas cuando las fuerzas de seguridad y los militares han disparado para dispersar una mnifestación en Saná, según fuentes médicas y testigos.
Del centenar de heridos, una decena se encuentra grave. Fuentes médicas no descartan que aumente el número de víctimas mortales dada la gravedad de algunos de los heridos.
Ocho cuerpos fueron transportados al hospital de una universidad privada y el noveno al hospital de campaña establecido en la palza del Cambio, epicentro de las protestas en la capital yemení, han añadido las mismas fuentes.
Las fuerzas gubernamentales han intervenido en la avenida Sittine, que conduce al aeropuerto, donde millares de protestantes desfilaban para denunciar el plan de salida de la crisis propuesto por las monarquías del Golfo y reclamar la caída del régimen, según testigos.
Partidarios del régimen en la represión
Los partidarios del régimen, armados con piedras, han participado también en la represión de los manifestantes, han añadido los mismos testigos, quienes han asegurado que los manifestantes, a su vez, han lanzado piedras contra los simpatizantes del presidente.
Las autoridades han justificado la violenta intervención de las fuerzas gubernamentales por la presencia de elementos armados de la oposición entre los manifestantes, que querían, según el régimen, atacar un estadio.
Este incidente ocurre después de que este miércoles por la mañana al menos tres personas fallecieran, entre ellas un policía, en choques entre las fuerzas del orden y los manifestantes, que intentaron imponer el cierre de varios comercios en las ciudades de Aden y Lahech, en el sur.
Por otro lado, en la ciudad de Taiz, 257 kilómetros al suroeste de Saná, se desarrolló una multitudinaria manifestación contra el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, que transcurrió de forma pacífica.