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EL PORQUÉ DE LA CIENCIA

¿Por qué se produce la esquizofrenia?

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PREGUNTA: ¿Cuál es el origen de la esquizofrenia?

La esquizofrenia es una enfermedad mental. Hoy en día se estima que afecta a un 1% de la población mundial. La enfermedad suele debutar con un primer episodio durante la adolescencia o en las primeras fases de la vida adulta. Se caracteriza por una desconexión y distorsión de la realidad.

Hay varios tipos de esquizofrenia, pero la más común es la paranoide. El síntoma principal son los delirios, es decir, la persona cree firmemente en algo que no existe o no ocurre en la realidad (que tienen alguna capacidad fuera de lo común o una misión encargada por alguien que le habla solo a ella).

También pueden sufrir alucinaciones, normalmente auditivas. Pueden escuchar voces que consideran reales y conversar con ellas. Pueden llegar a creer que sus pensamientos y actos más íntimos son conocidos por los demás, lo que le hace sentirse 'invadidos'.

Otros síntomas muy característicos son la introversión. El paciente no manifiesta o tiene dificultad para expresar sus emociones. Su tono de voz, su expresión facial y los gestos de su cuerpo no reaccionan ante acontecimientos tristes o alegres o lo hacen de forma inadecuada. También se descuidan y están desmotivados.

Interpretar y jerarquizar los estímulos

"Los síntomas son la consecuencia de la dificultad de los pacientes para seleccionar los estímulos relevantes y desechar los irrelevantes", explica a RTVE.es Manuel Franco, Jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Zamora.

Una persona sana selecciona y jerarquiza los estímulo y los interpreta correctamente

Todos recibimos constantemente un aluvión de estímulos que recogemos a través de los sentidos. "Una persona sana sabe seleccionar y jerarquizar los estímulos y los interpreta de tal forma que le permite comunicarse y relacionarse bien", prosigue.

"Los enfermos, al no poder distinguir lo relevante de lo accesorio, construyen una realidad alterada basada en estímulos que no siempre son importantes. Pensamientos marginales para una persona sin la enfermedad pueden llegar a ser principales para una persona con esquizofrenia", señala.

"Esto conlleva una gran dificultad para adaptarse al entorno y ser autónomos", explica. Por ejemplo, puede resultar complicado mantener una conversación por el contenido de sus pensamientos o por la forma en que los estructuran. Su discurso puede llegar a ser incomprensible.

¿Dónde está el origen?

Esta dificultad probablemente tiene su origen en una serie de alteraciones en algunas sustancias químicas del cerebro. La ciencia no tiene muy claro aún qué sucede, pero sí que la dopamina está implicada.

Es un neurotransmisor que interviene en muchísimos procesos cerebrales. Se ha observado un aumento de la actividad dopaminérgica en los enfermos, por eso la mayor parte de los fármacos que se usan para tratar la enfermedad bloquean esta sustancia en el cerebro.

Los tratamientos farmacológicos, a día de hoy, no pueden frenar el origen de los síntomas

Los tratamientos farmacológicos que existen hoy en día no frenan el origen de los síntomas, pero mejoran la funcionalidad del paciente. En los últimos años han aparecido algunos, como el aripiprazol o la paliperidona, que tienen menos efectos secundarios, como el temblor, rigidez, inquietud motora, sequedad de boca o hipersalivación. Evitar algunos de estos efectos secundarios mejoran su calidad de vida.

El tratamiento psicosocial es muy importante para la recuperación de la persona con enfermedad mental. "Es una rehabilitación cognitiva en la que aprenden a mejorar su autonomía y a participar en el entorno social. Trabaja la capacidad de los enfermos de ponerse en el lugar del otro, para así aprender a interpretar correctamente sus intenciones y reconocer sus emociones", comenta.

Fármacos y terapias

Los resultados del éxito de un tratamiento que combine fármacos y terapias psicosociales dependerán del contexto social en el que se encuentre la persona enferma. En general, se está consiguiendo un significativo incremento en las tasas de recuperación e integración, pero no todos podrán llegar a conseguir un empleo.

Evitar situaciones de estrés, no consumir drogas ni alcohol y llevar una vida ordenada

Hay una vulnerabilidad familiar a padecer esquizofrenia, es decir, existe una predisposición genética. "Se han identificado algunos genes que posiblemente estén involucrados en esa vulnerabilidad, pero aún no hay una evidencia clara sobre el papel de cada gen concreto en el origen de la enfermedad", reconoce el experto.

El modo de vida muchas veces determina que la enfermedad aparezca en personas con riesgo. “Para prevenir hay que evitar situaciones de estrés, sobre todo no consumir drogas ni alcohol y llevar una vida ordenada”, concluye.