La duquesa Catalina Middleton: "Hemos tenido un día maravilloso"
- Guillermo y Catalina han descansado unas horas en Clarence House
- Después han salido hacia Buckingham Palace para la fiesta nocturna
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Catalina Middleton, la duquesa de Cambridge, ha expresado su felicidad por el desarrollo de su boda con el príncipe Guillermo en la Abadía londinense de Westminster. "Me alegro de que el tiempo aguantara. Hemos tenido un día maravilloso", ha dicho horas después de la ceremonia que les ha convertido en marido y mujer.
La duquesa de Cambridge ha hablado brevemente con un fotógrafo de la agencia local PA, quien la fotografió cuando se dirigía a la fiesta nocturna en el palacio de Buckingham y le ha trasladado su felicidad por cómo había discurrido la jornada.
Guillermo y Catalina, los duques de Cambridge, regresaron por la noche al palacio de Buckingham para participar en la fiesta que el príncipe Carlos de Inglaterra ofreció a unos 300 invitados con motivo del enlace. A primera hora de este sábado todavía no se había filttrado nada a través de los medios locales sobre esta fiesta, tampoco sobre los tradicionales discursos de boda del padrino y hermano del novio, el príncipe Enrique, y Michael Middleton, padre de la novia.
La boda en la abadía de Westminster y el posterior cortejo nupcial por el centro de Londres fue seguido por una audiencia televisiva estimada de 2.000 millones de personas.
Otro diseño de Sarah Burton
Para la fiesta nocturna, Catalina dejó su vestido de novia y eligió otro diseño de Sarah Burton, que trabaja para la firma del fallecido modisto Alexander McQueen: un vestido de noche blanco satén con una falda circular adornada con brillantes bordados en torno a la cintura.
El príncipe, como el resto de los invitados masculinos, acudió vestido de esmoquin para una velada que ha incluido música y baile para los familiares y amigos más cercanos y que no se descarta que se prolongue hasta bien entrada la madrugada del sábado.
La reina Isabel cedió su residencia para celebrar la fiesta y se marchó a pasar el largo fin de semana -el lunes es festivo en el Reino Unido- fuera de Londres junto a su marido, el duque de Edimburgo.
Descanso en Clarence House
Tras una jornada llena de emociones, en la que Londres se volcó con la boda, los recién casados se tomaron unas horas de descanso en Clarence House, la residencia oficial del príncipe Carlos.
Fue después de salir al balcón del palacio de Buckingham a saludar a la multitud y a besarse en dos ocasiones, para deleite de las decenas de miles de personas que presenciaron el momento, y después de la recepción oficial que ofreció la reina.
Guillermo y Catalina hicieron el trayecto entre palacio y Clarence House en un Aston Villa descapotable conducido por el príncipe en cuya matricula se podía leer la leyenda de "recién casados", mientras un helicóptero de rescate de la RAF, con compañeros del novio a bordo, sobrevolaba la escena.
Los duques de Cambridge, título que les concedió la reina con motivo de su matrimonio, han pasado su noche de bodas en el palacio de Buckingham y se desconoce cuál será su agenda para los próximos días, así como el destino de su luna de miel.