Setenta años de 'Ciudadano Kane', la obra maestra de un genio precoz
- Está considerada como la mejor película de la historia del cine
- La cinta sufrió la persecución del magnate de la prensa William Randolph Hearst
- Fue la primera película del genio Orson Welles
La que es considerada como mejor película de la historia del cine, Ciudadano Kane, cumple 70 años desde su estreno el 1 de mayo de 1941.
La precoz obra maestra surgida del genio de Orson Welles fue exhibida por vez primera en el RKO Palace de Broadway, después de que su previsto estreno dos meses y medio antes se viera pospuesto debido a las presiones ejercidas por el magnate de la prensa William Randolph Hearst, que se veía reflejado en ella, y no precisamente para bien.
Nada más estrenarse, la cinta tuvo una gran acogida por parte del público y de la crítica, e incluso fue designada por la Asociación de Críticos de Nueva York como la mejor película del año, pese a que el boicot de Hearst fue efectivo y logró que la distribución de la película fuera escasa, su promoción nula y los problemas de taquilla evidentes.
La película fue candidata a nueve Oscar, pero solo logró la estatuilla por el menor guión, escrito por Welles junto a Herman J. Mankiewicz.
Si la Academia no hubiera sucumbido a las presiones del entorno de Hearst y hubiera premiado la originalidad de la obra, esta hubiera sido considerada una obra maestra desde el principio. Sin embargo, la cinta no pudo despegar en las pantallas, fue un fracaso financiero y pronto fue olvidada.
Tuvo que ser la crítica europea, y casi una década después, quien recuperara a Ciudadano Kane para la historia del cine.
A partir de los años 50 la revista francesa Cahiers de Cinema reivindicó los valores de la película y la convirtió en un objeto de culto para cualquiera que se considerara un buen cinéfilo.
Desde entonces, Ciudadano Kane ha figurado siempre entre las diez mejores películas de toda la historia del cine, y es referencia obligada para la enseñanza del séptimo arte en cualquiera de sus facetas: guión, interpretación, fotografía, montaje, música, decorados.
Welles gozó de total libertad creativa
Ciudadano Kane era la primera pelicula de un joven genio que tres años antes había conmovido a Estados Unidos con una recreación radiofónica de la obra de H.G. Wells La guerra de los mundos que causó pánico entre los radioyentes, que dieron por cierta la invasión de extraterrestres.
Welles, que entonces tenía 25 años, ya tenía una amplia experiencia teatral en el Mercury Theatre, que había fundado cuatro años antes, y con el cual había recorrido el país introduciendo importantes novedades en la puesta en escena de obras de Shakespeare.
El prestigio de Welles le brindó la oportunidad de que la RKO le financiara y diera manos libres para crear sus dos primeras películas. Y para la primera de ellas escogió una historia polémica.
El magnate de la prensa Charles Foster Kane muere en soledad en su finca, en plena decadencia personal. La última palabra que pronuncia es Rosebud.
A un periodista le encargan que investigue qué es lo que se oculta tras esa palabra. En su periplo, y a través de entrevistas a algunos de los que más cerca estuvieron de Kane, reconstruirá su vida, sus glorias y miserias, su ascenso y caída, pero sólo el espectador logrará intuir cuál es el significado de Rosebud.
Para recrear en la pantalla este argumento se rodeó de algunos de los artistas más innovadores de la época, como el fotógrafo Gregg Toland, el músico Bernard Hermann, o algunos de sus más estrechos colaboradores en el Mercury Theatre, como Joseph Cotten.
Explotación máxima de los recursos expresivos
Es probable que Welles no utilizara ningún recurso cinematográfico que no hubiera sido empleado antes por otros. Lo que hace a Ciudadano Kane especial es el uso que se hace de ellos.
Welles rompe la estructura lineal del relato imperante en la época y lo sustituye por una estructura circular. Hace avanzar dos historias en paralelo, una cronológica, la investigación periodística, y la otra sincopada, los distintos episodios de la vida de Kane.
Toland y Welles fueron en contra de la tendencia del periodo en fotografía, y recurrieron a imágenes muy contrastadas, gran profundidad de campo, grandes angulares, largos planos secuencia, que supusieron una revolución en la estética cinematográfica, y que ha tenido efectos perdurables e inspiradores en obras posteriores de decenas de cineastas.
Los decorados cobran en la película un protagonismo especial, pues son muy visibles en todo momento y caracterizan a los personajes, más allá de ser un medio en el cual se desarrolla la acción.
El sonido adopta un enfoque novedoso, así como los silencios. Los efectos de sonido cobran gran importancia. Parte de la música fue grabada en el mismo momento del rodaje para mejorar la integración en la historia.
Setenta años después de su estreno, Ciudadano Kane sigue causando admiración aunque es evidente que ha perdido frescura.
Su amplio repertorio visual, su complejidad estructural, los diversos niveles de lectura de la cinta y sobre todo, sus valores técnicos y cinematográficos le garantizan muchos años más entre las películas más valoradas entre la historia del cine.
¿Quién puede decir lo mismo con siete décadas a su espalda?