EE.UU. mata a Osama Bin Laden en Pakistán
- Obama anuncia que ha sido asesinado en una operación en Pakistán
- Ha muerto de un disparo en la cabeza junto con otros miembros de su familia
- Una prueba de ADN ha confirmado que es Bin Laden, según fuentes de EE.UU.
- EE.UU. estalla de alegría tras conocer la noticia
El hombre más buscado del mundo, el líder de Al Qaeda y autor intelectual de los atentados del 11-S, Osama Bin Laden, ha muerto según ha anunciado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Tras diez años de búsqueda por las montañas de Afganistán y Pakistán, Bin Laden, ha muerto de un disparo en la cabeza tras una operación de 40 minutos dirigida por los servicios de inteligencia estadounidenses.
Desde la Casa Blanca, Obama ha afirmado que tras haber recibido informaciones de inteligencia fiables sobre el lugar donde se encontraba Bin Laden, en Pakistán, la semana pasada dio la orden de atacar y este domingo "un pequeño grupo" estadounidense condujo la operación "con extraordinario coraje", en la que, tras un intercambio de fuego, se hizo con el cuerpo del terrorista.
El presidente estadounidense ha precisado en su breve discurso que Bin Laden fue localizado en la localidad de Abottabad, en el norte de Pakistán. Previamente, la cadena CNN había citado a fuentes gubernamentales para afirmar que se encontraba en una mansión en las afueras de Islamabad. Una prueba de ADN ha confirmado la muerte de Bin Laden, según ha asegurado un funcionario de EE.UU. a la agencia France Presse. Esa prueba, según la misma fuente, supondría la confirmación "al 99,9%" de la muerte del líder de Al Qaeda.
Según ha informado el corresponsal de TVE en Washington, Lorenzo Milá, Bin Laden podría haber recibido un disparo en la cabeza, aunque estas informaciones no han sido confirmadas oficialmente. También ha comentado que en la operación podrían haber muerto cuatro personas más y que entre ellos podrían encontrarse una mujer y el hijo del líder de Al Qaeda.
"Esta noche, EE.UU. ha lanzado un mensaje inequívoco: no importa cuánto tiempo haga falta, se hará justicia", ha declarado el presidente estadounidense.
En cualquier caso, Obama sí ha informado que ningún estadounidense ha resultado muerto en la operación.
Un portavoz de las fuerzas de seguridad de los EE.UU. ha asegurado a la agencia Reuters que el objetivo de la misión llevada a cabo en Pakistán era matar a Bin Laden, no capturarlo con vida.
Existe cierta confusión sobre dónde se encuentra en este momento el cadáver de Bin Laden ya que mientras Obama ha confirmado que las fuerzas estadounidenses custodian el cuerpo varios medios estadounidenses afirman que el cuerpo podría estar enterrado en el mar.
Un triunfo para EE.UU.
Este es el logro más importante del equipo de seguridad nacional de la Administración Obama. Su predecesor, George W. Bush, había prometido en repetidas ocasiones a llevar ante la justicia el autor intelectual del 11-S, pero nunca lo pudo lograr.
En su campaña presidencial, Obama declaró sin rodeos: "Vamos a matar a Bin Laden." Pero el tiempo pasó, y con la crisis económica, el nombre de Bin Laden había ido desapareciendo gradualmente de los discursos presidenciales. Sin embargo, ahora la muerte del líder de Al Qaeda representa el mejor espaldarazo que el presidente de EE.UU. , Barack Obama, podía esperar en su mandato.
Júbilo en las calles
Poco después de conocerse la noticia, miles de personas han salido a las calles para celebrar la muerte del líder de Al Qaeda. Según informan Daniel Flores y Miriam Hernanz desde Nueva York, en la plaza de Times Square se podían escuchar gritos de "USA, USA" en plena euforia de celebración.
La zona cero ha congregado incluso a más personas que han reunido en la esquina entre las obras de la Freedom Tower, que se eleva justo donde se levantaba la torre norte del World Trade Center, y la parte posterior de Trinity Church, la iglesia más antigua de Nueva York, convertida en estos diez años en un memorial improvisado del 11 de septiembre de 2001.
“Obama caught Osama (Obama ha cazado a Osama)” es el grito más escuchado entre la multitud que se agolpa frente a lo que será el memorial en honor de las casi 3.000 víctimas de los atentados de hace una década.