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El egipcio Ayman Al Zawahiri, mano de derecha de Bin Laden, posible nuevo líder de Al Qaeda

  • Fernando Reynares: "no significa que el terrorismo yihadista termine"
  • La organización no desaparecerá inmediatamente
  • Al Qaeda se ha convertido en un movimiento más que una estructura

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La muerte de Bin Laden es un golpe que puede debilitar a Al Qaedapero no es previsible que la desaparición del hombre se traduzca en la desaparición inmediata de la red responsable de multitud de atentados en todo el mundo.

Según ha declarado Fernando Reynares, catedrático de Estudios  Internacionales y Seguridad de la Universidad Juan Carlos I, la eliminación de Bin Laden "no  significa que el terrorismo yihadista termine aquí, pero a medio y largo plazo va a tener una gran trascedencia para el declive del actual terrorismo internacional tal y como lo conocemos".

Reynares, entrevistado en el programa de RNE En días como hoy, ha  destacado el "papel poco confiable y predecible de Pakistán" en la  lucha contra el islamismo violento, y ha subrayado que puede esperarse algún intento de atentado terrorista como represalia.

Sin embargo, desde 2001 Al Qaeda se ha convertido en un movimiento de contornos difusos, con líderes jóvenes. Desde su sede en Afganistán y Pakistán, donde se suponía que se asentaba el núcleo original, la ideología de Al Qaeda ha fecundado otros grupos diversos y sin contacto directo entre ellos, desde el Sahel al sur de Yemen, que se alimentan de la doctrina conservadora del wahabismo pero también de disputas locales.

Bin Laden, escondido e invisible, había devenido en un símbolo, una inspiración para el fundamentalismo islámico violento. Ya ni siquiera emitía comunicados o audios. Su lugarteniente, el egipcio Ayman al Zawahiri, a quien sí hemos podido ver en vídeos difundidos en los últimos años, queda ahora, supuestamente, a la cabeza de este máquina de propaganda.

Al Zawahiri, posible nuevo líder

Al Zawahiri, de 60 años y cirujano de profesión, está considerado desde hace años la mano derecha de Bin Laden, y responsable de algunas de las masacres que ha realizado la organización terrorista en los últimos años. El Gobierno de EEUU ofrece una recompensa de 25 millones de dólares por su captura, cifra que ascenderá si finalmente se coloca a la cabeza de Al Qaeda.

Al Zawahiri conoció a Bin Laden en 1985, en la ciudad de Pesháwar, en la frontera afgano paquistaní, donde coincidieron en la organización del traslado de 20.000 combatientes voluntarios árabes contra la ocupación soviética del país. De esa época data la fundación de Al Qaeda, creada para combatir el régimen pro soviético de Kabul, con apoyo militar y económico de EE.UU., y origen del "Frente Islámico Mundial" para combatir a los "cruzados" y a los "judíos", cuya carta fundadora fue firmada en 1998 conjuntamente por Bin Laden y Zawahiri.

Vinculado a los Hermanos Musulmanes egipcios, la primera organización islamista suní, se le imputa haber organizado en 1981 el asesinato del presidente egipcio Anuar el Sadat durante un desfile militar en El Cairo. Tras el magnicidio, pasó tres años en prisión por posesión ilegal de armas y posteriormente viajó por Arabia Saudí y Pakistán.

A comienzos de los noventa, siguió a Bin Laden a Sudán cuando éste se estableció en Jartum tras ser expulsado de Arabia Saudí. A mediados de los noventa, Al Zawahiri habría viajado a Estados Unidos y Reino Unido, utilizando siempre pasaportes falsos y en busca de donaciones para su grupo.

En 1995 reapareció junto a Bin Laden en un vídeo en el que ambos amenazaban con represalias contra Estados Unidos por la detención del jeque egipcio Omar Abdel Rahman, en conexión con el atentado de 1993 contra el World Trade Center de Nueva York.

Ideólogo del grupo

Tras la muerte en 1997 en un atentado de Abdulah Azzam, mentor religioso de Bin Laden,  Al Zawahiri se convirtió en ideólogo del grupo y se trasladó a los campamentos de adiestramiento de Al Qaeda en Afganistán. Un año después, fue uno de los firmantes de la fatua (edicto) de Bin Laden, en la que se ordenaba atacar los intereses de Estados Unidos en todo el mundo.

En 1999 fue inculpado por EEUU, junto con Bin Laden, y catorce presuntos miembros de su red, de los atentados perpetrados en 1998 contra las embajadas de EEUU en Tanzania y Kenia, que causaron unos 240 muertos.

Tras los atentados del 11-S, la Interpol ordenó su busca y captura, bajo la acusación de ser "una de las cabezas de Al Qaeda". El 7 de octubre de 2001, coincidiendo con el primer ataque estadounidense sobre Afganistán, compareció junto a Bin Laden en un vídeo en el que advertía al pueblo estadounidense de que "tu gobierno te está llevando a una guerra que seguro perderá".

El 10 de noviembre siguiente, afirmó, en una cinta difundida por Al Yazira, que los ataques de EEUU contra Afganistán no acabarían con Al Qaeda. Un mes después, los medios de comunicación árabes informaron de que su esposa y cuatro hijos habían muerto en un bombardeo estadounidense sobre la ciudad de Kandahar, en el que él mismo había resultado herido.

En los últimos años, especialmente desde 2004, ha aparecido con frecuencia en vídeos y grabaciones sonoras, lo que ha servido para despejar los rumores sobre su muerte o su precario estado de salud.

EEUU ha tratado sin éxito de acabar con su vida. En enero de 2006, de hecho, lanzó un bombardeo en una zona tribal de Bajaur bajo la sospecha de que estaba allí. Entre las 18 personas que perdieron la vida en el ataque no se encontraba Zawahiri, quien había visitado la zona días antes. De momento sigue en busca y captura.