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La cafeína, un aliado contra el sopor y la fatiga

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Ciencia al cubo

El nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

Al desayuno, después de comer o a media tarde. Un café o un té sientan de maravilla a la mayoría. El primero por su aroma y sabor intenso y delicioso. Y el segundo por su gran variedad de sabores y colores.

Ambos, gracias a la cafeína, nos espabilan por las mañana para afrontar el día de trabajo o esas tardes soporíferas que se hacen cuesta arriba. La cafeína es un alcaloide de sabor amargo que afecta a distintas funciones de nuestro organismo.

El efecto principal es bueno: alivia el sopor y la fatiga. Con ella reaccionamos más rápido y nuestros músculos producen más energía y así aumenta nuestra capacidad de trabajo.

La cafeína también aumenta la presión arterial y favorece la movilidad intestinal, efectos que le vienen a algunos bien y a otros fatal. Para rematar,un reciente estudio apunta también otro efecto positivo: que la cafeína frena el deterioro cognitivo en mujeres mayores de 65 años.

Efectos negativos

En cuanto a los efectos negativos, hay estudios que vinculan el consumo de café con la osteoporosis, la diabetes y algunos trastornos cardiovasculares, aunque ninguno es concluyente. Entre los constatados figuran la inquietud, nerviosismo, el insomnio, la aceleración del ritmo cardiaco.

Un reciente estudio apunta incluso que un exceso de cafeína puede producir hasta alucinaciones auditivas. La dosis, hay que subrayar, tiene mucho que ver y según sea pesarán más los efectos positivos o los negativos.

Dos o tres cafés al día están bien. Son unos 200 miligramos de cafeína. Tomar esos cafés o tés y varias bebidas energéticas también es demasiado. Estas llevan una cantidad mucho mayor de cafeína. Unos 100 miligramos en 250 mililitros.

El nivel en sangre de la cafeína es máximo entre 15 minutos y dos horas después de la ingesta del café o té y sus niveles se reducen a la mitad entre tres y siete horas después.

Sus efectos son más acusados en personas que no lo toman habitualmente. Y quienes lo toman con regularidad y dejan de hacerlo suelen sufrir dolor de cabeza, somnolencia e irritabilidad. Eso sí, son suficientes tres días sin tomarlo para que esos signos desaparezcan.

CIENCIA AL CUBO

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