El Reina Sofía trae a España a Leon Golub, el pintor de lo políticamente incorrecto
- Podrá verse hasta el 12 de septiembre en el Palacio de Velázquez
- Vietnam y Napalm son dos de sus grandes series en contra de la guerra
Retratos de dictadores como Francisco Franco o Fidel Castro y de torturas, campos de exterminio y violentos interrogatorios forman parte del legado del pintor estadounidense Leon Golub (1922-2004), un artista comprometido que dedicó gran parte de su carrera a retratar lo políticamente incorrecto. A punto de cumplirse siete años de su muerte, el Museo Reina Sofía le dedica la primera muestra en España, del 6 de mayo al 12 de septiembre.
El Palacio de Velázquez, en el Parque del Retiro, acogerá alrededor de un centenar de obras, entre pinturas, algunas de gran formato, y dibujos, que ofrecerán una ocasión única para adentrarse en la trayectoria de este artista, desde los años 30 hasta su muerte.
La muestra dedicada a Golub, que estuvo casado durante medio siglo con la artista Nancy Spero (1926-2009), será eminentemente de carácter cronológico y se articulará alrededor de una de las obras más importantes de su trayectoria, Vietnam II, que actuará como nexo temático y que creó en 1973 como respuesta al impacto que le causó el Guernica. Precisamente, la Guerra de Vietnam (1964-1975) -que estaba en su momento de máxima escalada cuando el matrimonio de artistas regresó a EE.UU. tras un periodo en Europa- centró dos de sus más importantes series de pinturas, Napalm y Vietnam.
El estilo del artista estadounidense aúna la tradición pictórica figurativa y el interés por la temática y la iconografía del mundo grecorromano con un potente imaginario político, dotado de una gran carga simbólica que utilizaba para retratar las huellas del poder y las relaciones políticas en el cuerpo humano. Una de sus máximas fue la necesidad de establecer una conexión de su trabajo con el mundo exterior y los acontecimientos reales para que fuera relevante para el espectador y la sociedad.
La producción de Golub es "un complejo entretejido de preocupaciones formales, conceptuales e imaginativas", una forma de "realismo crítico, [...] de decir la verdad ante el poder", en palabras del comisario de la exposición, Jon Bird.
Los retratos políticos
En sus inicios, la obra de Golub tiene una clara referencia a la Antigüedad que culminaría con la serie Gigantomachies (Gigantomaquia) en la década de 1960. El artista y su mujer recibieron esta influencia durante su estancia en Europa, entre 1959 y 1964, especialmente en Italia.
Cuando regresaron a Estados Unidos en plena Guerra de Vietnam, Golub se centró en esta temática con sus series Napalm y Vietnam, con magistrales obras. Tras un periodo de duda creativa, en el que destruyó numerosas obras, a mediados de los 70 inició sus Political Portraits, un conjunto de más de un centenar de bustos de líderes políticos, dicatadores o figuras religiosas. Entre los retratados, el que fuera presidente de la comunista República Democrática de Vietnam, Ho Chi Minh, el cubano Fidel Castro o Francisco Franco, o los estadounidenses Richard Nixon o Henry Kissinger.
En una tercera etapa, a partir de los años 80, Golub comenzó a representar el "dolor corporal" con retratos de los escalofriantes escenarios de los actos de agresión y terror. Su inspiración provenía de campos de exterminio, cámaras de tortura o burdeles para tratar temas como las agresiones violentas, la desigualdad racial, la opresión o la exclusión y, en general, los brutales actos cometidos a la sombra de los regímenes represivos. De esta época serían series como Mercenaries (Mercenarios), Interrogation (Interrogatorios), Riot (Disturbio), White Squads (Pelotones blancos) o Horsing Around (Algarabía).
Lo abstracto y el Cyborg
Una parte poco conocida de su obra son los "abstractos", cuadros como Shields, Gates y Pylons, de 1970 y 1971, que también podrán verse el recorrido que ha programado el Reina Sofía.
En la década de los 90, su pintura se hizo menos densa y empezó a hacer un uso nihilista y humorístico del lenguaje, influenciado por Nancy Spero. En sus últimas pinturas está imbuido el sentimiento de la pérdida, la separación, la fragilidad del cuerpo y la mortalidad y en sus obras destaca la fascinación por lo híbrido, con la esfinge y el Cyborg como paradigmas de alteridad y un renovado interés por el mundo grecorromano, de la que es ejemplo Prometheus, the Heretic's Fork and the Green World (Prometo, la hora del hereje y el mundo verde, 1999).
En sus últimos años, empezó una serie de pequeño formato volviendo a los retratos políticos y pequeños manifiestos que evocaban carteles, como This Could Be You o We Can Disappear You, para los que Los desastres de la guerra de Goya son un claro referente. También entre 2000 y 2004 realizó pequeños dibujos carnavalescos llenos de personajes mitológicos que aludían a la transgresión, el exceso y el deseo, con sátiros, centauros, bestias y villanos.
Las obras que se expondrán proceden de la colección personal de Leon Golub, conservada en Nueva York, y de las dos grades colecciones de su obra que existen en EE.UU., la de Rick Meyer en Chicago y la de Eli Broad en Los Ángeles, aunque también habrá obras llegadas de museos de Canadá y Europa.