EE.UU. disparó a Bin Laden desarmado, aunque presentó "resistencia"
- El director de la CIA dice que la operación exigía matarle y no solo apresarle
- La Casa Blanca asegura que las imágenes de su cadáver son atroces
- El portavoz talibán considera que no hay pruebas suficientes de la muerte
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Osama Bin Laden "no estaba armado" aunque ofreció resistencia cuando entró en la casa el comando estadounidense encargado de apresarle, y por ello recibió dos tiros, uno en la cabeza y otro en el pecho, según ha informado la Casa Blanca. Además, esta operación fue concebida para matarle y no sólo para apresarle, según ha añadido el director de la CIA en una entrevista.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha indicado este martes que Bin Laden y su familia fueron localizados en el segundo y tercer piso de la residencia de Abbottabad, y ha añadido que se disparó contra él porque ofreció resistencia pese a estar desarmado, aunque no ha dado más detalles a este respecto.
"Esperábamos una gran resistencia y nos encontramos con gran resistencia. Había otras muchas personas armadas en el recinto", ha manifestado el portavoz, que también ha informado de que una de las esposas de Osama Bin Laden se abalanzó contra uno de los integrantes del comando y recibió un disparo en uno de sus gemelos. De esta manera, Carney ha desmentido que la mujer fuera abatida, como se dijo en un primer momento.
“Esperábamos una gran resistencia y nos encontramos con gran resistencia“
Respecto a esta operación, el director de la CIA, Leon Panetta, ha explicado en una entrevista para la NBC que las órdenes del presidente de EE.UU., Barack Obama, exigían matar a Bin Laden, y no simplemente capturarle.
"Eso estaba claro. Pero también lo estaba, como parte de las reglas de la operación, que si él de pronto levantaba las manos y se ofrecía a ser capturado, entonces tendríamos la oportunidad, obviamente, de capturarlo", ha dicho Panetta.
Según la Casa Blanca, una vez abatido, el cuerpo del terrorista se trasladó al portaaviones Carl Vinson, en el mar de Arabia, donde se le preparó de acuerdo con las costumbres islámicas, se le lavó y se le envolvió en un sudario blanco.
Luego se le introdujo en una bolsa con carga pesada y se le lanzó al mar tras la recitación de unas plegarias que un traductor repitió en árabe, ha explicado el portavoz Carney.
Sigue la duda sobre las fotografías
Sin embargo, continua la polémica sobre la publicación o no de las fotografías del cadáver. El portavoz Carney ha hecho hincapié en lo "atroz"de la fotografía para justificar que la Casa Blanca aún se continúe con el debate.
"Seré franco, la publicación de las fotos de Osama Bin Laden después de este tiroteo es un asunto sensible y evaluamos si es necesario hacerlo", ha declarado el portavoz, que considera que lo que se debate es si esta publicación "sirve o no a nuestros intereses, no solamente aquí sino en el mundo entero".
Sin embargo, Panetta ha manifestado poco después en su entrevista a la NBC que no tiene dudas de que, tarde o temprano, el Gobierno decidirá divulgar la foto , pero que se "ha estado discutiendo claramente sobre cual es la mejor manera de hacer esto".
Según informa el diario digital Drudge Report, el presidente Barack Obama habría tomado esta decisión de no mostrarla durante una reunión en la mansión presidencial para debatir este asunto.
Las imágenes, sin embargo, según este diario no son del entierro sino son "gráficas" y una de ellas muestra una herida de bala en la cabeza de Bin Laden, por encima de su ojo izquierdo.
En una conferencia de prensa, el asesor presidencial para la lucha contra el terrorismo, John Brennan, indicó que solo habían transcurrido 24 horas y el Gobierno ya había dado a conocer "mucha información".
"Queremos compartir toda la información que podamos para que EEUU y el mundo puedan entender lo que ocurrió", ha explicado Brennan, quien no obstante ha precisado que "lo que no queremos es poner en peligro un resultado tan exitoso como el de esta operación la próxima vez que intentemos capturar a otro dirigente terrorista".
Desconfianza de los talibanes
La falta de pruebas oficiales aportadas de Estados Unidos que demuestren la muerte del hasta ahora líder de Al Qaeda está generando un gran nivel de desconfianza y escepticismo sobre la operación. Y prueba de ello es el mensaje lanzado por los talibanes afganos: no se creen su muerte.
Asi lo ha manifestado este martes su líder, Zabihullah Mujahid, quien ha asegurado que aún no habían visto pruebas suficientes para convencerles: "A medida que los estadounidenses no aportan ninguna prueba aceptable que respalde su anuncio, y como los más próximos a Bin Laden no han confirmado ni desmentido la muerte ... consideramos que aceptar que haya sido asesinado es algo prematuro", reza el comunicado enviado por correo electrónico a los medios de comunicación por Mujahid.
Por ello, en ese mismo texto, anticipan que no harán ningún tipo de comentario o balance hasta que no hayan visto pruebas de que realmente Bin Laden está muerto. Este escepticismo no se ha dado en otros grupos islamistas, que ya han denunciado el "asesinato" y han prometido vengar la muerte del líder de Al Qaeda con ataques contra intereses de occidente.
Precisamente sobre Afganistán Carney ha querido dejar claro que la muerte del líder de Al Qaeda no alterará el calendario de retirada de las tropas de Afganistán.
El portavoz ha indicado que los planes continúan siendo comenzar la retirada de las tropas estadounidenses en julio y transferir a las fuerzas afganas la responsabilidad sobre la seguridad en determinadas zona.