Viaje al centro del subconsciente en 16 milímetros
- La Casa Encendida muestra el mejor cine de vanguardia norteamericano
- Directores como Zoe Beloff y Nathaniel Dorsky impartirán un taller de video
Fue en 1909. Sigmund Freud visitó por primera y única vez EEUU. Sorpresa. El padre del psicoanálisis dedicó una tarde entera a “divertirse” en el decadente parque de atracciones de Coney Island.
La directora Zoe Beloff olfateó en esta visita material lo suficientemente jugoso para convertirlo en inspiración y punto de partida de su ciclo de cortos Dreams Films: un tesoro fílmico de películas caseras de los años 20, que desemboca en una inmersión onírica que relaciona sueños, sexo y cine. Imposible alcanzar tintes más freudianos en un solo paquete.
Beloff, que se define a sí misma como una médium entre el mundo real e imaginario, impartirá un taller de video y performance en La Casa Encendida (6 al 10 de junio), para acercar ambos universos a sus fieles.
Parte de sus obras, junto a las de los directores Phil Solomon, Robert Beavers y Nathaniel Dorsky (que charlará sobre sus películas el 1 de junio), conforman el ciclo El cielo en la Tierra ( Del 4 de mayo al 29 de junio. Ocho sesiones por autor), que trae primero a Madrid y después a La Coruña (enmarcado en la Segunda Mostra de Cine Periférico), el mejor cine de vanguardia norteamericano.
Sus miradas, personalísimas, transitan desde lo inquietante a lo lírico con un nexo común. Son perlas desconocidas e inéditas de un cine experimental e inclasificable que bebe de varias dimensiones, y se introduce de lleno en el plano del inconsciente.
Quizás, este carácter impredecible ejerce mayor capacidad de atracción sobre estas propuestas hipnóticas rodadas en formato 16 milímetros.
Cuatro miradas oníricas
- Zoe Beloff: Escocesa residente en Nueva York. La realizadora es una infatigable viajera entre diferentes planos de la realidad que busca sin descanso materiales, en los sitios más insospechados. Ha asegurado: “Las películas caseras poseen una gran sentido de la intimidad. Son únicas”. Buena prueba de ello son sus series documentales
- Phil Solomon: Fue compañero del influyente cineasta experimental estadounidense Stan Brakhage, junto al que enseñó cine en la Universidad de Colorado, en Boulder. Brakhage sobre Solomon: “El sujeto que más preocupa a Solomon es el niño y su mundo. Los efectos de luz de sus texturas quieren recrear la foto de la muerte de las sombras en el mundo perdido de la infancia; ésta es la oposición de cada noción del Romance de ser joven”. Una suerte de abstracción evocadora, que el director plasma en sus películas desde hace más de 30 años.
- Robert Beavers: Se declara fascinado por el Renacimiento, y heredero de artistas como Leonardo da Vinci. Admirador de la belleza estética, la naturaleza y el espacio arquitectónico, siempre bajo una mirada “renacentista”.
- Nathaniel Dorsky: Es el cineasta de la luz y el silencio en el marco de filmaciones de vanguardia que idolatran la belleza. En su libro Devotional Cinema Dorsky escribe sobre el antiguo enlace entre salud y arte así como sobre el poder del cine para transformar. Su leit motiv: “Lo que más me interesa es la conexión entre la luz y el público”