Sarkozy propone en el G8 crear un fondo contra la droga con el dinero requisado a narcotraficantes
- La reunión, centrada en los desafíos del tráfico de cocaína
- El número de consumidores de cocaína se ha duplicado en Europa
Representantes del G8 y de otros catorce países invitados han iniciado este lunes en París una reunión sobre los desafíos del tráfico de cocaína, que la presidencia gala desea clausurar con la propuesta de crear un fondo dedicado a combatirlo con el dinero requisado a los narcotraficantes.
Los participantes han sido recibidos en el palacio del Elíseo por el presidente, Nicolas Sarkozy, quien en un discurso ha propuesto que ese fondo sea controlado por la Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (ONUDC).
"Luchar contra los traficantes no es solo encarcelarlos o requisar la droga. Es también atacar la primera causa del tráfico: el dinero. Hace falta privarles del producto de su crimen", ha explicado el jefe de Estado, que animó a que ese dinero sirva para apoyar a los países más frágiles y afectados por el tráfico de droga.
Amplia representación
En la apertura han estado presentes altos cargos de Estados Unidos, Canadá, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Japón y Rusia y de las naciones "más directamente afectadas" de Latinoamérica, el Caribe, África Occidental y el Sahel.
Ha habido además representación de Holanda, España (con el titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba), México u organizaciones internacionales y regionales con responsabilidad en el asunto, como la Comisión Europea, Interpol, Europol, el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo.
Sarkozy ha querido dejar constancia en su recepción de que "muy a menudo la falta de cooperación ha conducido al fracaso" en la lucha contra esa plaga, sobre la que considera que "desestabiliza nuestras sociedades y a menudo nuestros Estados".
Para el presidente galo, la búsqueda de responsabilidades entre países productores y consumidores forma parte de un debate ya superado, y la única manera de avanzar es incrementando la cooperación entre los involucrados.
“Nuestra responsabilidad es demostrar que somos mejores y que no aceptaremos la desestabilización de ningún país“
"La primera clave del éxito es la colecta y el intercambio de información y de inteligencia", ha destacado Sarkozy, según el cual es "esencial" también que los narcotraficantes se enfrenten a penas "sólidas y completas".
"De esa manera será mucho más difícil su infiltración en la sociedad y en las estructuras oficiales", ha indicado en su discurso, en el que también ha lamentado que en la última década el número de consumidores de cocaína se haya duplicado en Europa, hasta superar los cuatro millones de personas.
"La amenaza es multiforme y cambiante. (...) Nuestra responsabilidad es demostrar que somos mejores y que no aceptaremos la desestabilización de ningún país", apuntó en una alocución en la que hizo hincapié en la necesidad de incrementar la coordinación interestatal.
Iniciativa francesa
Con ese fin tres temas centrarán las reuniones del próximo martes: la organización de las redes criminales, la mejora del intercambio de información y la cooperación policial, judicial, aduanera y marítima, y las rutas del narcotráfico y las perspectivas de futuro.
La presidencia francesa ha recordado que esta cumbre se ha gestado a iniciativa de Sarkozy en la reunión del G8 el pasado junio en Canadá, y ha adelantado que de ella se espera la adopción de un plan operacional que será entregado a los jefes de Estado y de Gobierno del G8 en su reunión de finales de mayo en Deauville (Francia).
Uno de los participantes en el encuentro de este lunes, el ministro colombiano de Defensa, Rodrigo Rivera, ha avanzado ante la prensa la disponibilidad de su país para compartir los avances que tanto Colombia como otros países latinoamericanos han demostrado en el combate contra el narcotráfico.
El ministro de Justicia brasileño, José Eduardo Cardozo, había considerado igualmente que el tema "trasciende las fronteras nacionales" y que por ello se requiere integrar las respectivas políticas de seguridad en los tres ejes de los que parte el problema: la producción, el tráfico y el consumo.
"Si hay un sector en el que la unión hace la fuerza es el de la lucha contra las redes criminales y el narcotráfico", ha sentenciado Sarkozy para cerrar su intervención, en la que ha asegurado que a finales de mes los dirigentes que acudirán a Deauville "expresarán su determinación para aplicar" las recomendaciones que salgan de este encuentro.