La pérdida de competitividad de España no puede achacarse a los salarios, según la OIT
- El organismo asegura que los salarios no subieron cuando crecía la economía
- Advierte del riesgo de abusar del despido improcedente y del contrato temporal
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) cree que la pérdida de competitividad en España no debe achacarse al incremento de los salarios, sino al repunte de la inflación.
Durante la presentación del informe "Promover la creación de empleos de calidad en España", el director del Instituto Internacional de Estudios Laborales de este organismo, Raymond Torres, ha recordado que durante el ciclo de crecimiento económico los salarios apenas crecieron, mientras que los precios sí lo hicieron.
Estas declaraciones contrastan con las palabras del presidente de la CEOE, Juan Rosell, quien ha defendido este martes que deben ligarse los salarios "absolutamente" a la productividad porque el IPC, al que se referencian en la actualidad, "ha quedado un poco anticuado". "Las circunstancias en las que se firmaron muchos convenios hace dos, tres o cuatro años han cambiado radicalmente. Algo tenemos que hacer en los salarios", ha explicado Rosell en la presentación de un documento sobre la industria.
Por otro lado, Torres ha pedido a la Unión Europea, que reflexione sobre la remuneración de los directivos en el sector financiero por una cuestión de justicia social.
Los sueldos pactados subieron un 3,01% en abril
Precisamente, este martes se han difundido los datos del incremento salarial medio pactado en los convenios colectivos en abril, que alcanzó un 3,01%, una cifra ocho décimas inferior al IPC adelantado para ese mes (3,8%), según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración.
Esa subida salarial pactada en abril es llamativa porque se acerca más a la inflación que en los últimos meses y porque es mucho más elevada que la de meses anteriores. Por ejemplo, el año pasado no hubo ni un solo mes en el que los salarios se incrementaran más de un 2%, aunque el pasado mes de marzo ya repuntaron un 3,06%.
Según indica el Ministerio de Trabajo en una nota de prensa, la subida se explica porque la mayoría de los datos se refieren a convenios revisados (el 96,4% del total) y afectan a casi la totalidad de los trabajadores (98,6%). En concreto, el aumento medio de los convenios revisados se situó en el 3,03%, mientras que los nuevos convenios registraron un incremento notablemente inferior (1,63%).
Por ámbito de negociación, los convenios de empresa (el 77% del total) reflejan un aumento salarial del 1,88%, mientras que en los de ámbito superior (el 23% restante) se ha situado en el 3,12%.
Advertencia por abusar del despido improcedente
El informe de la OIT alerta también de los riesgos de que en España se recurra con profusión al despido improcedente para ajustar las plantillas (el conocido como despido exprés), a pesar de la reforma laboral.
También ha recordado que, antes de la reforma, las empresas pagaban los 45 días por año de trabajo correspondientes al despido improcedente para evitar el coste asociado al proceso judicial en el que tendrían que acreditar la procedencia de esa extinción del contrato.
Con la reforma laboral se han ampliado las causas económicas por las que se puede despedir de manera procedente, aunque -en opinión de Torres- la definición de esas causas aún es ambigua, por lo que existe el riesgo de que se siga utilizando el despido improcedente, que además ahora es más barato (33 días por año trabajado).
Por ello, ha animado al Gobierno español a fomentar el uso de los contratos indefinidos y del despido procedente, mediante la racionalización de los procesos ante los tribunales y de los procedimientos administrativos.
Aunque considera que es pronto aún para evaluar la eficacia de la reforma laboral, Torres ha señalado que son necesarios más ajustes para cerrar "la brecha" entre trabajadores temporales e indefinidos, ya los primeros son más fáciles de despedir.
Según el informe de la OIT, España tiene todavía "un largo camino que recorrer" para reducir la dualidad del mercado laboral durante la fase de recuperación económica e indica que todavía hay muchos trabajadores con contrato temporal que carecen de acceso a importantes regímenes de prestaciones.
Duda de la eficacia de los incentivos a la contratación indefinida
Respecto a la creación de un fondo de capitalización del despido que los trabajadores puedan llevarse de un empleo a otro -el conocido como modelo austriaco-, la organización internacional señala que debería "alinearse" con incentivos al trabajo y a la contratación.
Sobre las políticas activas de empleo, el informe duda de la eficacia de los actuales incentivos a la contratación indefinida, ya que las empresas los usan inicialmente, pero después la mayoría vuelven a utilizar los contratos temporales.
También considera que los servicios públicos de empleo deben mejorar "su eficacia", ya que todavía observa diferencias entre las comunidades autónomas, sobre todo, en el uso de la tecnología.
A su juicio, ese servicio público es "clave" para fomentar la movilidad y que los demandantes de empleo se desplacen a áreas donde haya trabajo.
Por otra parte, considera que el sistema de protección por paro ha funcionado bien en España, pero ve la necesidad de mejorar "la conexión" entre políticas activas y prestaciones.
No obstante, la OIT cree que, como los períodos de cobertura cada vez son más largos, existe el riesgo de crear "una cultura de la dependencia". Al respecto, alerta de que España gasta un porcentaje "desproporcionado" en políticas pasivas y recomienda mejorar las políticas activas de empleo.
Respecto a la negociación colectiva, al igual que empresarios y sindicatos, aboga por la flexibilidad interna para ajustar salarios y jornadas, en vez de optar por los despidos.