Bin Laden: ¿Cuántos americanos hay que matar para que EE.UU. se retire de Oriente Medio?
- El líder de Al Qaeda, convencido de que era necesario otro 11-S
- Insta a sus partidarios a centrarse en grandes atentados sangrientos
- Agentes de inteligencia han revelado parte del contenido de sus diarios
- El fiscal general de EE.UU. reitera que no se trató de un asesinato
¿Cuántos estadounidenses hay que matar para que su país se retire de Oriente Medio? Ésta tenebrosa pregunta circulaba por la cabeza del líder de Osama Bin Laden antes de que un comando especial norteamericano acabase con su vida el pasado 1 de mayo, según se desprende de su diario encautado.
En él se recoge cómo el líder de Al Qaeda estaba convencido de que solo una matanza similar a los atentados del 11 de septiembre -en los que murieron 3.000 personas- era necesario como elemento de impacto que cambiase la política estadounidense en la región.
De hecho, Bin Laden insistía a sus seguidores de que un goteo de pequeños atentados no tendría el efecto deseado.
El mórbido interés de Bin Laden por un nuevo atentado masivo es el dato más llamativo del 'tesoro' encontrado en la residencia del líder de Al Qaeda de Abbottabad (Pakistán) por los agentes de inteligencia de Estados Unidos, que analizan cinco ordenadores, 100 dispositivos de almacenamiento digital y un diario escrito a mano del propio Bin Laden.
Los agentes han detallado a la agencia Associated Press cómo de este material se desprende que el líder terrorista seguía pensando en ataques pese a que su red estaba relativamente a la defensiva.
Es más, aunque no tenía la habilidad de coordinar directamente ataques específicos desde Abbottabad sí que poseia información de cada gran atentado planeado, incluidos los frustrados en Europa el año pasado.
Instrucciones a su red
Así, Bin Laden estaba en contacto con las células de Al Qaeda más peligrosas alrededor del mundo que se asumía que trabajaban independientemente de su líder, tal y como su rama en Yemen, que se ha convertido en uno de los principales centros de la actividad de la red.
Por eso Bin Laden apuntaba los brazos de su red en distintas direcciones. Una de sus cartas a sus seguidores sugería que era momento de dejar de centrarse en Nueva York y era más adecuado aumentar el campo a otras ciudades de Estados Unidos como Los Ángeles.
Eso, decía, haría más facil conseguir el impacto que buscaba, que no era otro que muchas muertes estadounidenses al mismo tiempo.
Además, les pedía que no se centrasen solo en aviones sino también en trenes, una instrucción que se relaciona con la alarma de la semana pasada de las autoridades estadounidenses para que se estuviese especialmente vigilante en este medio de transporte.
EE.UU.: "No fue un asesinato"
Mientras, la polémica sobre la forma en la que murió en líder terrorista sigue viva. El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, ha declarado a la BBC que la redada en el refugio de Bin Laden en Pakistán por tropas de élite estadounidense "no fue un asesinato".
Holder ha reiterado que se trataba de una misión de "matar o capturar" y que si Bin Laden se hubiese rendido se habría aceptado, algo que ya dijo la semana pasada, cuando incluso llegó a calificar la muerte del líder de Al Qaeda como un acto de "autodefensa nacional".
Para Holder, las fuerzas especiales actuaron "de forma apropiada" ante la ausencia de ningún indicio claro de que Bin Laden fuese a rendirse y que lo que más importaba era la protección de la vida de los miembros del comando especial.
Además, ha defendido que la operación fue legal, asegurando que la ley internacional permite matar a comandantes enemigos.
El fiscal de Estados Unidos responde así a un comunicado enviado por los hijos de Bin Laden al New York Times en el que demandaba explicaciones de por qué su padre no había sido capturado vivo si, tal y como ha reconocido la Casa Blanca, no estaba armado en el momento de la operación.