La guitarra flamenca de Antonio Rey encuentra compañía
- Presenta su último disco Colores de fuego arropado por artistas invitados
- Participan Estrella Morente, Vicente Amigo, o Josemi Carmona, entre otros
Cuenta el guitarrista Antonio Rey (Madrid, 1981), que lo más difícil para hacerse un hueco en el mundo del flamenco es tener personalidad propia, porque “los genios han dejado el listón muy alto”.
Rey, que ya luce la etiqueta de “última promesa del flamenco”, ha ganado varios importantes galardones como el Premio Nacional de Guitarra 2010, en la última edición del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, o el Bordón Minero del Festival de Cante de las Minas.
El músico no esconde la devoción por los maestros, y confiesa que las musas le visitan cuando escucha a Paco de Lucía y Vicente Amigo.
Lo que en los demás se convierte en tópico, sin embargo, en su boca se transforma en realidad pura encarnada en su segundo disco, Colores de fuego (EMI MUSIC).
“Mi padre es mi maestro y me ha enseñado todo“
El joven guitarrista está arropado por artistas invitados de renombre, en su apuesta por brillar con mirada propia. El elenco de colaboraciones impresiona: el idolatrado Vicente Amigo, Farruquito, Josemi Carmona, Arcángel, y Estrella Morente, entre otros muchos.
“Todos son amigos y he tocado con todos ellos. Surgió de forma natural”-explica.- y define su último trabajo como divertido, y para todos los públicos, en el que “no quiero imitar a nadie”, recalca.
Palabras mayores en el mundo del flamenco
Esta heterodoxia respira en la mezcla de Colores de fuego dónde suenan bulerías, soleas por bulerías, alegrías, rumbas, tangos y hasta una tierna nana dedicada a su bebé Mara, que toca junto a Estrella Morente.
La frescura de Rey hunde, no obstante, sus raíces en un respeto por el flamenco tradicional- “tiene tanta personalidad que no hay que mezclarlo con otras músicas”- dice- pero que aboga por enriquecer con nuevos instrumentos como el bajo, la batería o las tablas indias.
Es el camino elegido por un guitarrista original que ha mamado desde la cuna el sabor de las tablas. Con tan sólo nueve años, su padre, el cantaor y guitarrista Tony Rey, se lo llevó de gira a México, dónde vivieron durante varios años.
“Yo me quedaba en el camerino y le veía actuar. Mi padre es mi maestro y el culpable de todo”, recuerda de aquella época dónde le atrapó el “duende” representado en el rasgueo de una guitarra.
El mes que viene presenta disco en Madrid (8 de junio, Sala Clamores), Valencia (9 de junio, Café Mercedes Jazz) y Barcelona (10 de junio, Tarantos). Antes prepara gira por Copenhague, México y Francia.
Sabe que la atención del mundo del flamenco está puesta en sus pasos, pero Antonio Rey lo tiene claro: “yo sólo quiero dar a conocer mi música y hacerme un hueco”. Con el permiso de sus maestros.