El escándalo de Strauss-Kahn desata las quinielas sobre su posible sucesor al frente del FMI
- Merkel pide que un europeo siga al frente del organismo
- Brasil capitanea la ofensiva para acabar con el dominio europeo del FMI
Posibles sucesores de Strauss-Kahn.
-Kemal Darvis (Turquía).
Se le considera el candidato mejor situado si el puesto va a un no europeo. Dervis fue el ministro que llevó a Turquía a la senda del crecimiento tras la crisis financiera de 2001, realizando duras reformas y ayudando a cerrar un préstamo multimillonario del FMI. El estatus de Turquía como mercado emergente dentro del continente europeo podría calmar la preocupación de las potencias emergentes que sienten que no puede acceder a la dirección del FMI porque tácitamente siempre va a europeos.
Davis dejó Turquía para unirse al Banco Mundial en 1978, del que sería nombrado vicepresidente en 1996. Tras volver a su país en 2001 como ministro de Economía, retornó de nuevo a Washington para dirigir el programa de Economía Global y Desarrollo de la prestigiosa Brookings Institution.
-Christine Lagarde (Francia).
Si el puesto va a un europeo, la actual ministra de Finanzas, de 55 años, es la que parece mejor situada y sería la primera mujer al frente de la institución.
Lagarde se ganó el respeto de los mercados durante la última crisis financiera y fue votada mejor ministro de Finanzas en Europa por el Financial Times en 2009. Contra ella cuenta su nacionalidad -el FMI ha sido dirigido por franceses en 26 de los últimos 33 años- y la investigación abierta contra ella por abuso de poder en relación con el empresario Bernard Tapie.
-Trevor Manuel (Sudáfrica).
Manuel, de 55 años, es muy respetado en los círculos financieros y ha sido ministro de Economía sudafricano desde 1996 hasta 2009. Ha sido nombrado como candidato tanto al FMI como al Banco Mundial, aunque dentro del Fondo se considera que sería m&aa
El escándalo que rodea al director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, cuya petición de libertad bajo fianza ha sido denegada y que según todos los indicios le costará el puesto en la institución, ha desatado las quinielas sobre su posible sucesor y una lucha entre Europa y los países emergentes por el posible reemplazo.
De momento, el FMI, que ha analizado el caso este lunes en una sesión informal, ha evitado pronunciarse sobre el futuro de Strauss-Kahn al frente del organismo.
El máximo puesto en el organismo ha ido a parar tradicionalmente a manos de un europeo en virtud de un pacto de caballeros forjado tras el final de la II Guerra Mundial y que asegura la presidencia del Banco Mundial (BM) a un estadounidense.
En Europa se apuesta por un statu quo, especialmente, con la crítica situación por la que atraviesan países de la zona euro como Grecia, Irlanda y Portugal, con los que el Fondo está muy involucrado.
"Creo que en la fase actual hay buenas razones para que Europa tenga a sus candidatos preparados", ha declarado la canciller alemana, Ángela Merkel, que lanzaba así este lunes un aviso a navegantes o, mejor dicho, a emergentes.
De ser así, la favorita a sustituir a Strauss-Kahn sería la ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, aunque otros nombres europeos en la lista son los del exprimer ministro británico Gordon Brown, que presidió ya el Comité Monetario y Financiero Internacional, principal órgano ejecutivo del FMI. A ellos se suma el exjefe del Bundesbank alemán Axel Weber.
Los emergentes reclaman su cuota
El aviso lanzado por Merkel tenía unos destinatarios muy claros: las economías emergentes, personalizadas en países como Brasil, Turquía o China, que llevan años clamando por acabar con el reparto tradicional de las instituciones creadas en 1944.
En un artículo publicado en el Financial Times Wolfgang Münchau, que recalca que la eurozona no solo necesita la competencia técnica del FMI, sino también su co-financiación y, sobre todo, su capacidad resolutiva política. En el otro lado, los miembros no europeos del Fondo Monetario podrían seguir el argumento que expone el profesor de la Universidad de Oxford Ngaire Woods a la BBC: "Es como tener un zorro al cargo de un corral de gallinas".
Sea como fuere, algunos analistas advierten que "este evento (el caso de Strauss-Kahn) es probable que ponga en juego el liderazgo y la estructura de gobernanza del FMI de una manera dramática y anticipada", ha asegurado a Bloomberg el experto de la Brookings Institution, Eswar Pasad.
De hecho, el ministro de Finanzas de Brasil, Guido Mantega, ya dijo el pasado mes de abril que ya había llegado el momento en que no se sacrifique el mérito personal a un trato diplomático que además ignora la pujanza de las economías emergentes, que han crecido el doble que las economías desarrolladas.
Otros candidatos
Entre los potenciales candidatos de un país emergente que más suena en las quinielas está el exministro de Economía turco Kemal Dervis, que trabaja ahora en el centro de estudios de Washington Brookings Institution.
En las listas también entran el ahora gobernador del banco central mexicano, Agustín Carstens, un veterano de las finanzas que ocupó ya en su día el puesto "número dos" del organismo, o el ex ministro de Finanzas sudafricano Trevol Manuel.
Hay también un estadounidense de origen egipcio, Mohamed El-Erian, que preside el mayor fondo de inversión del mundo, PIMCO, con sede en California y un israelí, Stanley Fishcer, que fue primer subdirector gerente del FMI entre 1994 y el 2001.
Lucha de poder
Aunque está proyectada una modificación del actual sistema de cuotas en favor de los emergentes, lo cierto es que el actual statu quo beneficia claramente a Europa.
El director gerente es confirmado por el consejo de directores ejecutivos, que son a su vez votados por los ministros de Economía de los países que representan. Estos países tienen derechos de voto derivados de su cuota en el FMI, determinada por el peso relativo del país en la economúa global.
Así, la mayor cuota con diferencia es la de Estados Unidos, que tiene el 17% pero las potencias europeas (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España) poseen por encima del 20% mientras que los llamados BRIC (Brasil, Rusia, India y China) apenas logran el 12%.